La 'capa del borracho': la tortura más humillante para los bebedores en el siglo XVI

Los problemas con el alcohol han ocurrido desde siempre y a día de hoy pueden conllevar problemas muy serios con la ley. El alcohol, a pesar de ser una droga legal está prohibido consumirlo en la calle y siempre ha generado polémica por sus efectos en el cuerpo humano.

Pero las restricciones que tenemos hoy en día no tienen nada que ver con las que encontramos antiguamente. Y es que en Inglaterra, a mitad del siglo XVI, se instauró la "Ley de cervecerías" en la que se declaraba la embriaguez como delito por primera vez en la historia.

Las torturas más crueles de la Inquisición: despellejamientos, ratas y torturas sexuales

Uno de los castigos más humillantes que se aplicaban a aquellos que bebían alcohol es la conocida como 'Capa del borracho'. Y es que detrás de esta tortura no hay más deseo que generar vergüenza en el infractor y humillarlo frente a los demás.

El manto o capa del borracho, también llamada capa de Newcastle, era un barril de cerveza vacío cuya parte superior y laterales tenían agujeros por los que pasaban la cabeza y los brazos del infractor. A quienes se les encontraba borrachos se les colocaba este barril y luego los llevaban a pasear por las calles para que la comunidad se burlara de ellos.

“Una primera detención por embriaguez se saldaba con una simple multa de 5 chelines, pero las detenciones posteriores por el mismo cargo condenaban al ebrio a llevar una “capa de borracho”: un barril de cerveza con un extremo roto y un agujero en el otro lo suficientemente grande como para que cupiera la cabeza del infractor”, escriben los autores Mark P. Donnelly y Daniel Diehl en el siniestro libro titulado Big Book of Pain: Torture & Punishment Through History.

La capa de borracho cogió muchísima fama, y era muy habitual cruzarse con los peculiares "hombres barril" paseando por las calles inglesas . Newcastle es donde se registran más pruebas históricas de este castigo, pero ojo, porque la práctica llegó mucho más lejos. Se han encontrado pruebas de su implementación como castigo en los EEUU, gracias a un artículo de 1862 que decía:

"Era un desgraciado delincuente que fue enmarcado gratuitamente en roble. Su cabeza fue empujada a través de un agujero cortado en un extremo de un barril, y los brazos salían por los laterales. Recorrió las calles luciendo para todo el mundo como un pollo a medio nacer".