El Espanyol pierde una nueva oportunidad de oro sobre la bocina

El RCD Espanyol dejó escapar una nueva oportunidad de oro para consolidarse en posiciones de ascenso contra el Tenerife (1-1). El equipo espanyolista se dejó empatar en los instantes finales a pesar de merecer una victoria que deja a los de Manolo González con sabor amargo a pesar de entrar, de manera provisional, en ascenso directo.

Manolo González, en su segundo partido en los banquillos del Espanyol, volvió a apostar por la defensa de tres centrales contra el Tenerife que tan buenos resultados demostró en su debut. El técnico gallego repetía la fórmula de Zaragoza, aunque esta vez sin un Martin Braithwaite cuya ausencia pesó demasiado para los blanquiazules. Sin su máximo goleador, Javi Puado asumió la responsabilidad de tomar las riendas del equipo en ataque acompañado de un Keita Balde que se esforzó como pudo para aprovechar su oportunidad en el once inicial.

La rebelión espanyolista quedó sofocada por un Juan Soriano en modo estelar que aguantó a su equipo bajo palos mientras pudo. El guardameta andaluz sacó agua como pudo por su equipo durante casi todo el encuentro, aunque sucumbió en los minutos finales ante el empuje final de los blanquiazules.

Un giro de guion dramático

La reanudación no sirvió para que el equipo espanyolista encontrase el sendero de la victoria a pesar de las múltiples ocasiones. Tuvieron que recurrir a la épica en los minutos finales gracias a una rocambolesca acción a balón parado. Juan Soriano, que estaba siendo el salvador de su equipo, no consiguió rechazar un centro que acabó en la cabeza de Gragera para adelantarse en el marcador (1-0).

Sin embargo, no sería el Espanyol si no hubiese un cambio dramático final de guion. En una nueva acción a balón parado aislada, el Tenerife consiguió encontrar solo a Sergio González que empató el encuentro de manera inesperada (1-1). Un empate con sabor amargo que apuntala, de manera provisional, al Espanyol en ascenso directo.