El Braga pasa a la final de la Taça de la Liga... con protagonismo de Mathieu

Bruno Fernandes no pudo evitar la derrota del Sporting CP

Bruno Fernandes no pudo evitar la derrota del Sporting CP / AFP

Jonathan Moreno

No podrá defender el título de la Taça de la Liga el Sporting de Portugal. Los 'leones' cayeron ante el Braga, anfitrión de esta 'Final 4', gracias a un testarazo postrero de Paulinho. Oporto o Vitória Guimaraes, rival el sábado en la final. 

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Taça de la Liga

2
1
Alineaciones
Braga
Matheus; Tormena, Viana, Silva, Sequeira; Esgaio, Fransérgio, Novais (André Horta, 82'), Ricardo Horta (Trincao, 69'); Galeno, Paulinho.
Sporting
Luis Maximiano; Ristovski, Coates, Mathieu, Acuña; Battaglia, Doumbia (Bolasie, 46'), Bruno Fernandes; Wendel, Luiz Phellype (Neto, 69'), Camacho.

Apretó alto el cuadro del norte luso. Asfixiando a un Sporting que no hilvanaba tres pases. Silas no daba crédito en el banquillo blanquiverde. Fransérgio advirtió con un lanzamiento ajustado. No perdonaría a la segunda el Braga. Recuperación alta, combinación al primer toque y Ricardo Horta enganchó un zurdazo con el efecto suficiente como para superar la estirada de Luís Maximiano

No cesó el acoso y derribo del cuadro anfitrión. Jaleados por su hinchada, el dominio se incrementó. Baño en toda regla el cuarto de hora inicial. No le quedaba otra al Sporting que crecer. Y lo hizo a través de Bruno Fernandes, su futbolista más talentoso. El '8' se cargó a los 'leones' a la espalda. Reculaban los de Amorino y al filo del asueto llegó el equilibrio. Rememorando tiempos pretéritos, Mathieu se desmarcó al espacio, recordando aquella 'bala rubia' que deslumbró en Mestalla. Rápido de piernas y de mente, el galo ganó la espalda a la defensa, recogió una asistencia en profundidad de Fernandes tras falta y definió con su serenidad habitual ante Matheus.

El efecto del gol psicológico se disipó en un santiamén. Bolasie duró un cuarto de hora sobre el maltrecho césped de Braga. Roja directa y el Sporting, a sufrir. El terreno se inclinó contra la porteria de Maximiano. Y, tanto fue el cántaro a la fuente. Con el partido moribundo, Paulinho rubricó libre de marca en el segundo palo el pasaporte a la final. Mathieu la lió parda con una entrada a destiempo ya en el añadido. Roja, tangana, ristra de tarjetas, lanzamientos de bengalas... Todo ello mientras el instigador se marchaba con total parsimonia del campo. Genio y figura.