Vinicius Jr. plantea un dilema en el Real Madrid

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Vinicius Jr. es la apuesta de futuro del Real Madrid. Pagó por su fichaje 45 millones hace dos temporadas por un jugador de 16 años que iba para estrella. Su progresión ha sido lenta, pero segura. Ha ido entrando en el primer equipo del Flamengo poco a poco y empieza a explotar su talentoÉl cree que todavía no está preparado para dar el salto, que necesita al menos una temporada más en Brasil para alcanzar ese grado de madurez necesaria. Pero el Real Madrid tiene sus propios planes y le quiere este verano en la pretemporada del primer equipo, según ‘Marca’, para que tenga su primer contacto con los que serán sus futuros compañeros.

Vinicius cumplirá los 18 años este verano, requisito indispensable para dar el salto según la normativa de FIFA. El Madrid no quiere perder ni un minuto con él, y su intención es ponerlo bajo su tutela para que vaya adquiriendo la madurez necesaria. La idea del club es decidir su destino una vez haya hecho la pretemporada con la primera plantilla. Que sea el entrenador el que decida si está o no preparado para asumir el compromiso de quedarse, aunque lo verían prematuro ante las dificultades que tendría para acumular minutos.

LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENE EL JUGADOR

La competencia que tendía sería demasiado grande. Quedarse podría frenar su progresión y no juegar los minutos que necesita, por lo que la principal opción sería cederlo a un equipo europeo para que se fuera adaptando al fútbol del continente. La última decisión sería del propio jugador, que elegiría destino tras las recomendaciones que reciba. Creen que le quedan un para de años para alcanzar un mínimo competitivo que le facilitara su inclusión en el primer equipo.

Pero el futbolista no lo tiene claro. Su idea es seguir en Brasil, crecer en el entorno en el que se ha criado y sentirse plenamente preparado para dar el salto a Europa. Una opinión que pesa y que provoca un dilema en el Real Madrid, que tiene cuatro meses para tomar una decisión definitiva que favorezca su crecimiento y no se repita lo que está ocurriendo con Odegaard, que perdió dos años preciosos en el Castilla.