El triste historial de Sergio Ramos

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, se dedicó a dar lecciones de señorío y deportividad en la zona mixta al concluir el tenso e intenso clásico que se vivió en el Camp Nou el pasado domingo. El central andaluz no tuvo ningún reparo en criticar el carácter y el estilo de juego del uruguayo Luis Suárez y también acusó al argentino Leo Messi de haber presionado al árbitro en el descanso. Lo curioso del caso es que Sergio Ramos no es precisamente el más cualificado para censurar las acciones y las actitudes de los demás.

Primero justificó el hecho de no echar la pelota fuera cuando Luis Suárez estaba en el suelo tras recibir un golpe que le había propinado el propio defensa madridista diciendo que "por respeto siempre que hay un compañero en el suelo normalmente tiras el balón fuera, pero conociendo un poco a Luis Suárez, su estilo y sus formas, lo consideré innecesario. Me cogió a mí y no le toqué para nada, así que era innecesario echar el balón fuera".

Sergio Ramos también ejerció de acusica y no se contuvo a la hora de denunciar que Messi había presionado al colegiado en el túnel de vestuarios al concluir la primera parte, algo que él siempre ha hecho a lo largo de su carrera. "Messi le ha metido un poco de presión al árbitro, no sé si habrá cámaras o no, pero la imagen está ahí. No sé si eso habrá hecho que en la segunda parte ciertas jugadas las haya pitado de alguna que otra manera", acusó.

récord

El capitán del Real Madrid exhibió una vez más su hipocresía. Es de esas personas que sólo ven la paja en el ojo ajeno. No puede ir dando lecciones de integridad y de 'fair play' alguien que tiene el dudoso honor de ser el jugador más tarjeteado de la historia de la máxima categoría del fútbol español y el que más veces ha sido expulsado. Con la amonestación que vio en el clásico, el sevillano suma 167 tarjetas amarillas (incluidas trece expulsiones por doble amonestación) y otras seis rojas directas. En total, ha sido expulsado en 19 ocasiones.

Su balance en los 606 partidos oficiales que ha disputado a lo largo de su carrera es de 234 amarillas (con 17 expulsiones por doble amonestación) y otras siete rojas directas. Es decir, mantiene un promedio de 0,38 amarillas por partido. Un triste historial del que presumir cuando se retire.