Opinión

Xavi, más vale viejo conocido que nuevo por conocer

La afición está dividida, hay razones para entender las dos partes

Xavi Hernández saluda a Joan Laporta.

Xavi Hernández saluda a Joan Laporta. / EFE

La historia del Barça no había visto nada igual en 125 años. El entrenador dimite por decisión propia a raíz de una goleada dolorosa en su propio feudo. Acto seguido, decide de forma personal aplazar la renuncia al cargo cinco meses hasta que termine la temporada. El club acepta la dimisión en diferido por ser quien es, aunque vulnere el principio de autoridad. El técnico se ratifica en su decisión de no continuar en varias ruedas de prensa y hasta llega a decir que si no se consiguen títulos entiende que el entrenador no continúe.

La dirección deportiva se ve obligada a iniciar la tarea de buscar sucesor y comienzan a surgir nombres de posibles candidatos, desde Klopp a Flick pasando por Motta y Marquez entre otros. En medio de esta extraña situación, el equipo protagoniza una racha de 14 partidos sin perder hasta que llega el momento clave de la temporada donde se juegan los dos títulos más importantes. En una semana, pierden ante el PSG y caen eliminados en cuartos de final de la Champions, cuatro días después, pierden la Liga en el Bernabeu. Desilusión y mazazo. Hasta aquí la recopilación de los hechos sucedidos de enero a abril.

Este caso sin precedentes se ha zanjado de una forma sorprendente y rápida. Mas vale viejo conocido que nuevo por conocer podría ser el argumento del club. Laporta y Xavi se reúnen a cenar en casa del presidente y surge fumata blanca. El entrenador se olvida de lo que dijo bajo el pretexto que de sabios es rectificar y decide cumplir su contrato firmado hasta el 2025. Una decisión salomónica que esperamos sea para bien del futuro deportivo. La verdad es que hay razones para criticar la continuidad de la misma manera que hay que respetar la postura del club que ha valorado el trabajo de Xavi por encima de los resultados conseguidos que es evidente que no han sido satisfactorios.

El tiempo, como siempre, será el juez inapelable, dará y quitará razones. Lo que está claro es que la afición barcelonista ha recibido con opiniones encontradas la noticia. Las encuestas demuestras una división evidente. Son muchos los que piensan que es un error, tantos como los que consideran que a la vista de que no había en el mercado técnicos con garantías fichables, Xavi merece una segunda oportunidad por su buen trabajo potenciando los jugadores de la cantera.

Los futuros resultados de su gestión estarán en relación directa con la plantilla que se ponga a sus órdenes. Xavi debe entender que será blanco de opiniones para todos los gustos y está obligado aceptarlas sin que influyan en su trabajo. Va con el sueldo.

Una última consideración. En los seis partidos de Liga que restan no hay que bajar la guardia. Todo lo contrario. Xavi tiene que hacerse acreedor a la confianza que ha depositado Laporta en él y recuperar la confianza de la afición.