La resiliencia de Luka Modric

Luka Modric sigue dejando su firma cada vez que juega, pese a que en ocasiones su fútbol no fluye como en épocas pretéritas achacadas a su longevidad, pero que responde a los altibajos normales de jugadores y de equipos. Ante el Celta dejó claro que su fútbol sigue siendo de alto standing, pese a que su cometido no fue el acostumbrado, dirigió el juego como hace con Croacia en lugar de jugar entre líneas para conectar con el ataque. A eso se suma la jerarquía que tiene dentro y fuera del campo. Es de los que predica con el ejemplo.

DEL ENFADO A LA REALIDAD

El croata vuelve a demostrar la capacidad de adaptación a una situación adversa con la que nunca había convivido. El estatus de suplente al que ha quedado relegado es nuevo para él. Al principio, se revolvió contra Ancelotti al que, según el entorno madridista, le engañó por decirle que contaba con él y que iba a jugar. La realidad es que el italiano nunca le prometió la titularidad, algo que uno se gana en el campo partido a partido.

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Pero el tiempo y los partidos van pasando y el croata empieza a asumir que juega en el Real Madrid, donde para ser titular tienes que ser el mejor en tu puesto con y sin balón. Modric fue suplente en los primeros cuatro meses de competición, siete titularidades en 18 partidos. Se lesionó y cuando volvió Ancelotti lo mantuvo en el once cinco partidos seguidos, su racha más larga de titular esta temporada.

LA COMPETENCIA

Pero la realidad le volvió a atropellar. Los Valverde, Tchouameni, Kroos, Bellingham y Brahim volvieron a cerrarle el paso para volver al punto de partida: cinco titularidades en los últimos 15 partidos. Su participación esta temporada queda en 31 partidos jugados, 17 de titular, 15 de suplente, 6 en el banquillo sin jugar y los dos restantes lesionado de los 40 encuentros jugados por el Real Madrid en todas las competiciones.

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Modric termina contrato el 30 de junio. Nadie sabe a ciencia cierta qué le deparará el futuro. Cumplirá los 39 años el 9 de septiembre y su continuidad en el Real Madrid va a depender únicamente de él. El club le ofrecerá un año más si él está dispuesto a seguir. Para ello deberá asumir que ya no es titular, pero sí un recurso muy útil para Ancelotti. Además, la oferta económica podría ser sensiblemente inferior a los casi nueve millones de euros netos que cobra. El balón está en su tejado. Ofertas no le van a faltar y alguna incluso mareante.