Radamel Falcao, el ocaso del Tigre

Radamel Falcao sigue viviendo su personal calvario con las lesiones. La última, que se produjo el 31 de octubre pasado, le mantuvo apartado de la actividad hasta el 8 de diciembre, fecha en la que volvió a vestirse de corto para entrenar junto a sus compañeros en el Chelsea. Con tan mala fortuna que ese mismo día recayó de sus molestias y sigue en el dique seco hasta día de hoy.

Esta circunstancia ha provocado que el Chelsea no pueda devolver a Falcao al Mónaco, como era su intención, durante el actual mercado de invierno que concluye a finales de mes. Los responsables del club monegasco, tras realizar una pertinente revisión médica al jugador, decidieron desestimar su reingreso en el club del Principado. Vadim Vasilyev, vicepresidente del Mónaco, confirmó a este respecto que “nuestros médicos lo revisaron, pero lamentablemente estaba lesionado y tomamos la decisión. Era mejor que permaneciera en el Chelsea”.

La previsión de evolución de la enésima lesión de Falcao observa un periodo de entre 6 y 8 semanas antes de que el Tigre pueda volver a la actividad. Es decir, que aproximadamente hasta el mes de marzo, Falcao deberá seguir con su rehabilitación a la espera de recuperar sus mejores sensaciones.

Algo difícil a estas alturas, si tenemos en cuenta que desde que se rompiera el ligamento anterior cruzado el 22 de enero de 2014, Falcao no ha vuelto a levantar cabeza. Aquel día, una entrada del defensa del Chasselay Soner Ertek le envió al quirófano y su recuperación se prolongó algo más de seis meses. En septiembre de ese mismo año, Falcao era cedido al Manchester United y ahí se podría situar el inicio de un declive, que ha seguido una imparable marcha descendente hasta la fecha. En el United, Falcao participó en 29 partidos (26 de Liga), anotando 4 goles, lo que supone una media de 0,14 goles por partido. Muy lejos de los 0,83 goles por partido que promediaba en sus tiempos como jugador del Oporto (72 goles en 87 partidos), o los 0,77 que acreditó en sus años como jugador del Atlético de Madrid (70 goles en 91 partidos), sin duda su etapa más fértil de cara al gol y la cima de su carrera.

La decadencia mostrada en el United tuvo su continuidad en el Chelsea. El 3 de julio de 2015 se hizo oficial su cesión al club londinense, propiciada por la gestión de Jorge Mendes, representante del jugador y también del entonces técnico blue, Jose Mourinho. Pero ni ‘the Special One’ logró relanzar la carrera del Tigre, que sólo alcanzó a jugar en 11 partidos y anotar un solitario gol, frenado sin duda por la multitud de lesiones musculares que ha sufrido desde entonces.

A punto de cumplir los 30 (el próximo 10 de febrero), Falcao se encuentra en el ocaso de su carrera. Y hay quien asegura que uno de los responsables principales de esta situación es Jorge Mendes. El poderoso representante de futbolistas presionó sobremanera al jugador para acortar los plazos de recuperación de su lesión en 2014 y le puso en manos de Jose Carlos Noronha, un especialista brasileño con fama de conseguir auténticos milagros en las lesiones de rodilla. Mendes quería que Falcao estuviera en condiciones en 5 meses para poder participar en el Mundial 2014, puesto que no quería que su ‘mercancía’ se devaluara, y apretó para que Noronha diera su visto bueno antes de tiempo. Falcao recibió el alta prematuramente y la recaída no se hizo esperar. Ni fue al Mundial, ni volvería a ser el mismo. Desde aquella lesión hace ya dos años, el Tigre sólo ha disputado 69 partidos y ha logrado 13 goles en su paso por el Mónaco, Manchester United, Chelsea y la selección de Colombia. Unas cifras muy alejadas de aquellas que logró cuando era considerado uno de los mejores delanteros del planeta.