"El pádel y el tenis no tienen nada que ver"

Lara Arruabarrena dejó el tenis hace un año y empieza a entrar en los cuadros finales de WPT y Premier Padel

"El pádel es un deporte muy divertido. Disfruto enel día a día"

lara arruabarrena world padel tour

lara arruabarrena world padel tour / World Padel Tour

Àlex Masana

Lara Arruabarrena (San Sebastián, 1992) ha hecho una de las transiciones del tenis al pádel más exitosas y fugaces que se recuerdan. A mediados del año pasado, colgó la raqueta y decidió poner punto y final a su etapa como tenista. Un año más tarde, empieza a hacerse un hueco en los cuadros finales de los torneos de WPT y Premier Pádel. Después de perder en los dieciseisavos de final del Masters de Madrid, atiende a Sport para charlar de sus primeros meses como jugadora de pádel. 

¿Estás contenta de cómo teestá yendo todo?

Ha habido un poco de todo. Cambios de pareja, gente con la que te entiendes mejor, he tenido momentos mejores de juego y otros peores. Estoy aprendiendo muchas cosas nuevas. Tácticas, técnicas, de ordenarme en la pista, de paredes… Estoy haciendo el aprendizaje mientras compito. Cuando empecé pensaba que tendrían muchas cosas en común pero la realidad es que el tenis y el pádel no tienen nada que ver. Todo empieza por unas paredes que molestan bastante. Al principio, sobre todo. Pero, poco a poco, me estoy familiarizando. 

¿Con qué objetivos competís?

La idea es ir entrando a cuadro y consolidarse ahí. Nos lo queremos ganar. Hace unos años quizás era más fácil entrar a cuadro pero ahora nadie te lo pone fácil. 

Has escogido un año divertido para empezar en el pádel. ¿Has encontrado unos circuitos similares a los que habías visto en el tenis? 

El tenis le lleva muchos años de ventaja al pádel. Entraba sin saber que me iba a encontrar y no tenía expectativas. Entré a verlas venir. Y si.. me encontré esta guerra entre WPT y Premier pero claro no sabía mucho qué había antes. También ha habido cambios de pareja que me cuentan que no es lo normal. Pero es lo que he visto. Y lo vivo con normalidad.

¿Entender que en el pádel se juega con una compañera es de las cosas más complicadas de asimilar de la transición? 

Tienes que hacer un cambio de chip. No es el tenis. Allí, las decisiones, las emociones, la manera de gestionar es para ti. Te lo comes tú. Y ahora gestiono las cosas con una compañera que quizás lo hace diferente que yo. Pero tienes que aceptar como lo haces tu, como lo hace ella y hacer lo más fácil para las dos. Y vas viendo con quien te entiendes mejor.

¿Qué te ha costado más?

En el tenis, por experiencia, vas viendo mejor lo que pasa en un partido y ya lo entendía bastante. Después lo gestionas mejor o peor. Y en el pádel me está pasando lo que me pasaba cuando era joven en el tenis. Poco a poco, voy aprendiendo golpes nuevos, haciéndome amiga de las paredes. Eso son horas y es un proceso largo y costoso. 

Estás en A2 con Ángel González y Juan Alday. ¿Qué tal con ellos?

Para mí, el día a día es muy divertido. A veces, frustrante porque me cuesta mejorar en cosas. Pero en general, el pádel me parece muy divertido y me lo paso muy bien. Era importante para mí sentirme así.  

Has explicado alguna vez que llegaste a no disfrutar del tenis. ¿Ahora disfrutas?

En el tenis llegó un momento, por falta de ilusión y de objetivos, que me empezó a costar el hecho de competir. Y considero que es lo más me gustaba. Ahora lo he encontrado en otro deporte. No quiere decir que vaya riéndome a carcajadas por la pista porque hay momentos complicados. Me fueron bien los meses de descanso, porque me desgastó mucho y lo viví con mucha tensión. Mi entorno me propuso jugar a pádel y yo no me veía con ganas de meterme al 100% en un deporte. Pero, al final me dio un arrebato. No conocía a nadie y llamé a Marta Marrero, con quien había jugado a tenis, para que me guiara. Y así empezó todo.