El trumpismo de Real Madrid TV

El canal oficial del club blanco establece el marco informativo, que equivale a decir el mental, del madridismo y obliga a los medios a aceptar los pilares del discurso o perder a los aficionados

¡Real Madrid TV se vuelve a superar y acusa a Hernández Maeso de cometer 18 errores contra el Madrid!

El Chiringuito

Joan Cañete Bayle

Joan Cañete Bayle

Real Madrid TV, la televisión oficial del club blanco, es una de las protagonistas de la temporada. Sus incendiarios vídeos en contra de los árbitros, impropios de un canal corporativo, buscan condicionarlos y han contribuido decisivamente a que el arbitraje español se encuentre en una profunda crisis. No es razonable esperar periodismo imparcial de un medio de comunicación (que no de información) corporativo, pero lo del Real Madrid TV no es forofismo ni propaganda, sino una estrategia comunicativa concebida no sólo para influir sobre los árbitros, sino para crear un estado de opinión pública en el que el Real Madrid siempre gane, o al menos no pierda, suceda lo que suceda en el campo. Real Madrid TV es a la información deportiva lo que los tuits de Donald Trump fueron a la comunicación política.

El trumpismo no se entiende sin Twitter, hoy X. Cuando Trump lanzó su carrera política, nadie se lo tomó en serio, salvo las televisiones que buscaban sal y pimienta para mejorar los ratings de una campaña electoral (2016) que se preveía un aburrido paseo triunfal de una candidata aburrida, Hillary Clinton. Trump, millonario que ejercía de bufón residente en los saraos de ricos de Nueva York, valía la audiencia que generaban sus titulares escandalosos, al principio formada por ofendidos e indignados. Para ello, Twitter fue su arma de distracción masiva. Con la colaboración de las televisiones tradicionales, a golpe de tuit marcó el devenir de la conversación política. Al principio, el periodismo tradicional le siguió la corriente por novedad e interés. Cuando se dieron cuenta de que tuit a tuit Trump decidía los temas de conversación, fue demasiado tarde. ¿Cómo no iban a hablar de Trump y de lo que Trump hablaba? Habían caído en la trampa.

Ya en la Casa Blanca, Trump refinó su poder. Libre de las ataduras y engorros deontológicos del periodismo, desde su móvil cambió el marco ideológico del país hablando directamente a sus seguidores, sin intermediarios que matizaran o mediatizaran su discurso, ya fuera por principios, ya fuera en provecho propio. Sus tuits movieron el péndulo ideológico hacia la derecha extrema, y obligaron primero a los tertulianos, después a los medios y finalmente a su propio partido a moverse con él para no perder terreno. Trump marcó los límites del terreno de juego, cada vez más extremos, y quien quiso continuar siendo de derechas y conservador en EEUU no tuvo más remedio que seguirlo hasta la línea del córner y más allá.

La estrategia comunicativa de Real Madrid TV sigue su ejemplo. Al Real Madrid no le faltan precisamente portavoces, informadores y correligionarios en los medios de comunicación, pero a través de los medios el mensaje siempre llega mediatizado a los ciudadanos. Real Madrid TV, y una blancoesfera afín en las redes, se salta a los intermediarios y con sus críticas feroces a los árbitros crea un nuevo terreno de juego en el que el Madrid nunca se equivoca, siempre es la víctima y siempre merece ganar.

Con esta visión del mundo transmitida sin paños calientes de forma directa a los aficionados blancos por el canal corporativo de la propia Casa Blanca (la de Florentino, no la de Trump), los periodistas y medios afines al Real Madrid que buscan la audiencia de seguidores blancos se encuentran con la tesitura de tener que secundar y abrazar estas tesis si no quieren ser considerados tibios por su propia parroquia. El fútbol, en su vertiente forofa, no sabe de templanzas y no tolera la duda: es una historia de amor, una pasión, y, como tal, exige fidelidad ciega, vino y rosas en los buenos tiempos y sangre en los malos. Cuando estos llegan, nada mejor que echar mano de los árbitros. Así quedan sepultadas por tibias e incluso antimadridistas las informaciones que hablan de que el Atlético empató por culpa de la mala planificación de la plantilla que llevó a jugar el derby con Carvajal de central, por poner un ejemplo. Real Madrid TV, prietas las filas, marca el mensaje: la culpa fue de los árbitros y del espectro de Negreira. Prohibida la duda.

Real Madrid TV sabe lo que se hace: establece el marco informativo, que equivale a decir el mental, que los hinchas blancos consideran creíble y tolerable. Obliga así a los medios que informan del Madrid a aceptarlo para no correr el riesgo de quedarse en fuera de juego. Y le funciona. Puro trumpismo.