El templo del Barça cierra sus puertas

Un cambio preciso

La afición del barça ha vuelto a llenar el Spotify Camp Nou esta temporada

La afición del barça ha vuelto a llenar el Spotify Camp Nou esta temporada / VALENTÍ ENRICH

Albert Masnou

Albert Masnou

El templo azulgrana cierra sus puertas mañana. Dicen que serán unos 18 meses, hasta noviembre de 2024, en los que el equipo vivirá en Montjuïc, pero ya se sabe que cuando entran los albañiles en casa... uno sabe cuándo llegan pero no cuándo salen. Esperemos que se cumplan estos plazos que ha dado la constructora turca porque ir a Montjuïc será un lastre para el equipo y para el club, pero es un paso necesario, imprescindible y obligado.

Aquí hay que destacar la valentía de Joan Laporta al protagonizar este movimiento complicado. Lo fácil hubiera sido esconder la cabeza debajo el ala, seguir en el Camp Nou y dejar el problema para otro presidente. Laporta ha cogido el toro por los cuernos y ha ido al grano. El Estadi presenta un estado pésimo y pide a gritos una remodelación. Hoy el Camp Nou no está a la altura de la grandeza del club. Y Laporta ha actuado con firmeza, según se le pide a un presidente. Hacer las obras porque son necesarias.

El presidente cierra las puertas al Camp Noy y se abre un camino lleno de espinas, repleto de problemas. Desde el precio de las entradas, un error que ya ha sido subsanado, al poco ambiente que puede haber en Montjuïc, a las incomodidades de subir a la montaña olímpica y a los muchos más imprevistos que, con toda seguridad, irán saliendo. Es lo que tiene ir de prestado. Pero toca arrimar el hombro porque el salto de calidad que dará el club será importante. Es una inversión de futuro. Y hay que hacerlo. No hay discusión.

Habrá incomodidades para el socio en Montjuïc y habrá que vivir con un ojo pendiente en lo que pase en el Camp Nou. La transformación será rápida y significativa, por lo que la empresa turca, que ya está en tela de juicio, será analizada con lupa para que cumpla con todas las exigencias que ha aceptado. 

Se va el viejo Camp Nou y con esta marcha nos quedarán en el recuerdo las muchas experiencias que aficionados y socios y jugadores han vivido en este recinto que, no lo duden, volverá a ser espectacular. Como lo ha sido desde su inauguración, en 1957