Paso atrás de un Barça que no progresa

Aubameyang  celebra el gol de Luuk de Jong

Aubameyang celebra el gol de Luuk de Jong / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Un gol de Luuk de Jong en el minuto 96 salvó al Barça de una derrota muy dolorosa en el derbi. Pero el empate solo es un mal menor, y más tal como se desarrolló el partido que prácticamente empezó con 0-1 en el marcador. La realidad es que el derbi volvió a mostrar las costuras del Barça. Todo lo bueno que apuntó siete días atrás contra el Atlético se esfumó ante el Espanyol.

Desde un punto de vista psicológico, el gol de Pedri en el minuto uno debía redoblar la confianza del equipo. Era, ni más ni menos, que la continuidad del gran partido de la semana pasada. Pero pasó justamente lo contrario, lo que no habla precisamente bien del equipo de Xavi que, por enésima vez, no supo matar un partido que se le puso de cara. El gol in extremis de Luuk de Jong rescata un punto y mantiene por los pelos el cuarto puesto, pero no puede maquillar estas carencias.

Poco remate

No nos engañemos, el Barça necesita encadenar tres o cuatro victorias para que le consideremos un equipo fiable y competitivo. Pero el equipo creó poco y remató sin precisión. No consigue progresar. Se sigue echando en falta la presencia de un goleador nato. Con Adama se ha mejorado la profundidad por la banda derecha; es más, el nuevo fichaje fue el mejor del equipo.

Desborda y centra bien, pero alguien ha de rematar con efectividad. Paradójicamente, el juego por las bandas fue el mejor argumento del equipo de Xavi. Por dentro, debe ser más efectivo, pues elementos para serlo, en teoría los tiene. Y luego, el petardazo de Eric García, que salió por Araujo tras el descanso y se tragó como un juvenil el pase en profundidad de Darder que dejó solo a Raúl de Tomás en el segundo gol blanquiazul. ç

A partir de ahí, a falta de buen juego, Xavi sacó todo su arsenal atacante. Dembélé, Aubameyang y Luuk de Jong, que volvió a ser decisivo en lo que mejor sabe hacer, un remate de cabeza a un centro a la desesperada. Ocho minutos estuvo sobre el terreno de juego y rescató un punto que, aunque sabe a poco, puede ser importante al final de la Liga. El futbolista menos valorado es el que más puntos está dando. Significativo.