La ilusión de Laporta y el reto de De Jong

Frenkie de Jong, centrocampista del FC Barcelona

Frenkie de Jong, centrocampista del FC Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta consiguió lo más difícil: devolver la ilusión al barcelonismo. Cogió un club hundido en una triple crisis deportiva, económica e institucional. Y, a pesar de la pésima herencia recibida, ha resucitado al Barça a base se ‘palancas’ y entusiasmo. Pero para que la versión 2.0 del círculo virtuoso empiece a rodar necesita títulos. De forma inmediata. La apuesta del presidente ha sido total. Ha invertido 200 millones de euros en fichajes para construir un equipo campeón. Y ha puesto la plantilla en manos del mejor técnico posible. Xavi es el encargado de crear un nuevo Barça que vuelva a competir entre los más grandes. Y ha emprendido el largo y complejo camino con más dificultades de las esperadas. Necesita un tiempo que el club, atenazado por las urgencias, no tiene. Pero, aún así, está convencido de que conseguirá que lleguen los títulos.

Tiene una base de futbolistas jóvenes de enorme talento. Y veteranos que aportan su extraordinaria experiencia. Aunque le faltan jugadores determinantes. Que, lamentablemente, no se podrán incorporar. Porque la situación financiera del Barça continúa siendo compleja y el ‘fair play’ sigue ahogando las operaciones. En el mercado hay futbolistas muy interesantes que encajarían en el modelo. Como Zubimendi. O como Bernardo Silva. Pero será difícil, muy difícil, que puedan llegar a corto y medio plazo. Por eso Xavi está buscando alternativas. Y una de ellas, tal vez la principal, es la reconversión definitiva de De Jong en medio centro para sustituir a Busquets. 

El Barça no encontrará a otro Busquets. Porque no existe. Como tampoco encontrará, salvando las distancias, a otro Messi. Busquets ha sido y es el futbolista perfecto para un modelo perfecto. Xavi está intentando que prorrogue su contrato, que expira el 30 de junio, al menos una temporada más. Sigue confiando en él como epicentro del equipo. Pero si no consigue convencerle ya ha decido apostar por De Jong.

El holandés lleva viviendo un año turbulento. En verano se sintió despreciado por un Barça que, por necesidades financieras, le puso en el mercado. Pero se resistió a irse. Y mantuvo su confianza en un futuro blaugrana. Fue ganando minutos. Y titularidades. Hasta hacerse indiscutible. Hoy parece que ya es intransferible y ha convencido a Xavi (después de mejorar su perfil defensivo) para que sea el ‘eje’ de su nuevo Barça. Tiene calidad y personalidad para salir airoso del tremendo reto.