Cristiano Ronaldo debe su carrera a Leo Messi

Cristiano Ronaldo, el que gana el The Best y el Balón de Oro, es un holograma proyectado sobre la figura de un probre niño rico portugués que juega a fútbol. Cristiano Ronaldo es un producto de la mercadotecnia madridista, una ficción inventada (valga la redundancia) por el afán de encontrar alguien que pueda parecerse, aunque sea a años luz, a Leo Messi. Lo peor de todo es que han ganado.

El aparato digestivo mediático del madridismo ha hecho creer que Cristiano Ronaldo compite con Messi. “Cristiano ha tenido la mala suerte de coincidir en el tiempo con Messi” es su gran triunfo, una victoria  dialéctica que ha calado. La realidad, la pura (por no decir una palabra malsonante) es que Cristiano es quien es gracias a Messi. Su único mérito es haber jugado tantas temporadas seguidas en el Real Madrid, que le ha hecho un traje a medida. No pensando en él, sino pensando en cómo minimizar el reinado del más grande. No hace falta decir su nombre. 

Si Messi no hubiera existido, Cristiano sería un jugador más, de la misma manera que Salieri sería un buen compositor (desconocido), a secas, si no hubiera competido con Mozart,  un genio. Cristiano es quien es porque han logrado que muchos creyeran que puede acercarse a Leo. Una gran mentira.