Opinión

El ADN de Ancelotti y el consuelo de tontos

Pep Guardiola y Carlo Ancelotti, antes del partido

Pep Guardiola y Carlo Ancelotti, antes del partido / EFE

Nada como recurrir al rico refranero español para recordar aquello de que 'mal de muchos, consuelo de tontos'. Lo que Luis Enrique estropeó ante el deleite de la mayor parte del madridismo, ayer se confiaba en Pep para cicatrizar y devolver, aunque solo fuera parcialmente, la alegría al barcelonismo.

Así es la cruda realidad que rodea a un fútbol español marcado por los escudos de la camiseta de clubs. Ya saben aquello de que las alegrias y las penas cogen a menudo el puente aéreo. En este caso, ni puente aéreo ni AVE ni nada de nada. Alegría absoluta merengue y tristeza aún más profunda, si cabe, para el barcelonismo.

El mal de muchos en forma de derrota en los cuartos de final de la Champions se encaja, se digiere y se procura pasar página cuanto antes. Lo que en este caso me preocupa es el consuelo de tontos. Y aquí sí es necesario hacer autocrítica: no es lo mismo apostarlo todo a la eliminación del Real Madrid, a manos del City, que la del Barça, consumada por obra y gracia del PSG.

Pep Guardiola junto a Carlo Ancelotti

Pep Guardiola junto a Carlo Ancelotti / efe

La apuesta de Pep

Pep Guardiola y su City lo intentaron casi todo para mitigar los males europeos del Barça, pero el Madrid resistió en primera instancia y acabó festejándolo por todo lo alto. Los de Ancelotti plantaron cara durante los180 minutos reglamentarios, la prórroga consiguiente y la tanda de penalties al mejor equipo del Viejo Continente. Los madridistas pelearon y jamás perdieron la fe. ADN campeón.

Si somos sinceros, el Barça aún no está en condiciones de equipararse a ningundo de los dos equipos que anoche se exhibieron en Manchester, al menos en versión europea. Peleó y plantó caró a un PSG también castigado por múltiples problemas físicos, pero a la hora de la verdad se le vieron las costuras. La mejor versión azulgrana de esta temporada no pudo frente a un PSG que infunde respeto pero ningún temor.

El barcelonismo tenía todo el derecho del mundo a soñar con el consuelo del tonto tras una anhelada eliminación del Real Madrid, pero no sería justo comportarse como tal. Ancelotti y su Madrid, Pep y su City, exhibieron talento y carácter pero ¿se imaginan a ambos midiéndose al Barça en una gran final?....Pavor, mucho pavor.

Los de Ancelotti sacaron su casta y derrotaron a un equipo superior. Esa sensible diferencia invita a una rápida reflexión: al Barça aún le falta un escalón para estar entre los mejores. Está en camino y, tras lo de anoche, con algo más de presión... No hay consuelo que valga.