Verbier, la meca alpina del freeride

La estación suiza del cantón del Valais es la 'capital' de 'Los 4 Valles', el dominio más grande de Suiza con 410 kms de pistas

El centro alpino es conocido por sus inmensas posibilidades de esquí fuera pista y albergar la prueba Xtreme de Verbier

Verbier, Freerider

Verbier es un paraíso para el esquí fuera pista. / Switzerland Tourism/Grant Gunderson

Sergi Mejías

Sergi Mejías

Verbier rezuma freeride por los cuatro costados. No en vano el Xtreme de Verbier es la gran final del Freeride World Tour, la competición de esquí y snowboard fuera pista de referencia a nivel mundial. Situada en un altiplano a 1.500 metros, esta estación suiza del cantón del Valais es la ‘capital’ del mayor dominio esquiable de Suiza llamada los 4 Valles y que ofrece 410 kilómetros de pistas marcados y más de 89 remontes mecánicos agrupando las estaciones de la propia Verbier, Nendaz, Veysonnaz, Thyon y La Tzoumaz.

Más allá de bucólica imagen de sus calles y construcciones de madera nevados, Verbier es conocida por sus inmensas posibilidades, tanto en pista como en fuera pista. El Mont-Fort y sus 3.330 metros son una referencia obligada, cima a la que se accede con un teleférico y permite bajar por una de las pistas negras más impresionantes de los Alpes. Si se prefiere el fuera pista bastará dejarse caer por la espalda del Mont-Fort para disfrutar de un largo descenso de freeride hasta la localidad de Siviez bordeando el lago Lac de Cleuson. Imprescindible si se tiene el nivel y también ir acompañado de un guía local.

Mont-Gelé

El Mont-Gelé, una montaña a la que se accede con una telecabina situado en el corazón de Verbier, brinda unas posibilidades infinitas de freeride desde sus 3.023 metros ya que no tiene pistas preparadas para bajar. Los esquiadores más experimentados tienen dos opciones: al este, un itinerario de 4 km y 975 m de descenso que lleva a Tortin; y en la cara sur, un descenso de 3 km y 758 m que llega a La Chaux por la Cabane Mont-Fort. Impresionantes.

Las propuestas de Verbier no acaban en el esquí y tienen su continuidad en la nieve con salidas en raquetas o el descenso con trineo de 10 kilómetros, el más largo de la Suiza francesa. Por no hablar del ambientazo aprés-ski, o comerse una fundue o raclette (suiza, claro) con el queso local de Bagnes o como los más de 500 kilómetros para hacer senderismo en verano, pero es ya es otra historia como nos cuentan en myswitzerland.com