La fórmula del éxito de unos Denver Nuggets campeones

La franquicia de Colorado se hace con el anillo de campeón por primera vez en su historia tras borrar a Miami en las finales

Denver ha basado su exitoso proyecto en la paciencia y buena gestión en los despachos

Denver Nuggets se corona campeón de la NBA por primera vez en su historia

Denver Nuggets se corona campeón de la NBA por primera vez en su historia / MATTHEW STOCKMAN

Nil Jaimejuan

Nil Jaimejuan

En una época en la NBA dominada por los ‘superequipos’ y dónde premian los traspasos por encima de la madurez de un proyecto, los Nuggets se han coronado campeones con una fórmula basada en la paciencia, el desarrollo de jugadores seleccionados en el Draft y un juego coral dentro de la pista que huye del prototipo establecido en la liga. Denver ya tiene su más que merecido trofeo Larry O’Brien.

Pese al orgullo y carácter de Miami, los Heat no han sido capaces de dañar a unos Nuggets que entraban a estos playoffs como gran favoritos a ganarlo todo tras arrasar en la Conferencia Oeste durante la temporada regular. El balance de 4-1 refleja la superioridad del conjunto de Mike Malone en ambos lados de la pista, entrenador que ha sido el artífice en los banquillos de un anillo para la posteridad.

JOKIC, MURRAY Y PORTER JR, TALENTO DE DRAFT

Como ya lo hicieron los Warriors con Curry, Thompson y Green, el cuadro de Denver ha vuelto a demostrar que el Draft sigue siendo esencial en la construcción de un equipo campeón. No se puede explicar este logro sin el buen hacer desde los despachos, en los que los General Managers, Calvin Booth (2021-) y Tim Connelly (2014-2020), han sabido mover las fichas para cuadrar un engranaje que ha resultado en un anillo.

Las tres principales armas ofensivas de los Nuggets han sido seleccionadas vía draft: Jokic en el pick 41 de 2014, Murray en el pick 7 de 2016 y Michael Porter Jr en el puesto 14 del año 2018. Pese a que ahora sean estrellas de la liga, hubo momentos de dudas sobre su talento al más alto nivel, y es que sorprende que ninguno de estos tres nombres sea una selección top-5, dónde normalmente se suelen encontrar los talentos diferenciales que acabn convirtiéndose en superestrellas.

El dos veces MVP de la liga Nikola Jokic y ahora considerado leyenda viva del baloncesto, también vivió momentos delicados durante sus primeros años en la liga. Cabe recordar que la franquicia tuvo que tomar la decisión de quedarse con Jokic o Jusuf Nurkic para ocupar la posición de pívot titular, una situación que ahora se antoja remota. Al final fue el serbio quién se quedó y el bosnio partió hacia Portland, un veredicto que ya entra en los anales de la historia para la franquicia de Colorado.

Jokic, Murray y Porter Jr. lideran a los Nuggets

Jokic, Murray y Porter Jr. son el 'big three' de los Denver Nuggets / Denver Nuggets

Por lo que a Murray y Porter Jr respecta, ambos fueron picks de lotería que entraron con ciertas dudas a la NBA. Jamal era un anotador incansable con gran capacidad para generar su propio tiro, pero existía cierta incertidumbre sobre sus dotes para jugar con una figura como la de Jokic en pintura, unas dudas que tardó poco en disipar y que hoy en día parecen irreales.

Porter era uno de los mejores talentos que salieron de su camada universitaria, pero una lesión en la espalda lo apartó en sus últimos meses de ‘college’ y en la noche del draft cayó en picado hasta el decimocuarto puesto por dudas sobre su estado físico a largo plazo. Denver fue quién confió en su talento, una decisión arriesgada que ahora cobra todo el sentido.

Estos tres jugadores han demostrado que, una vez más,  el desarrollo del talento joven con paciencia y bajo la tutela del técnico adecuado es sinónimo a prosperidad, una tarea no tan fácil de ejecutar como parece, sino que se lo pregunten a Pistons, Magic o Timberwolves.

UN ENGRANAJE QUE FUNCIONA A LAS MIL MARAVILLAS

En los playoffs es imprescindible tener a estrellas que asuman la mayor parte de volumen en ataque, pero es igual de importante el tener una rotación de jugadores que partan desde un rol secundario pero ofrezcan también un rendimiento notorio, ya sea a base de puntos, rebotes, asistencias o incluso acciones defensivas en el momento oportuno.

Los Denver Nuggets 22-23 han encontrado el éxito en una rotación corta formada por jugadores que han sido ‘pescados’ en la agencia libre o vía traspaso. Aaron Gordon ha sido el tercer máximo anotador de este equipo en las finales con 14.0 puntos por partido, un jugador que llegó a la franquicia en un cambio con Orlando en marzo de 2021, equipo que lo drafteó en cuarta posición en 2014 y en el que no cumplió con las expectativas. 

Nuggets confió en él cuando la liga ya lo consideraba un ‘draft bust', y la realidad es que su su capacidad atlética y anotadora en el exterior han sido claves para que los de Malone se hayan consagrado campeones. Los otros dos nombres que han sido vitales para la rotación de su entrenador han sido Bruce Brown (pick 42 de Detroit en 2018) y Kentavious Caldwell Pope, especialistas desde la línea de tres y ‘obreros’ en defensa que han mantenido la solidez del bloque en esta postemporada. 

Este anillo de campeón no habría sido posible sin el compromiso de estos tres jugadores, y Denver recoge ahora los frutos de una gestión impecable que ha huído de las tendencias cortoplazistas que han impuesto algunas franquicias la pasada década y que, en la mayor parte de ocasiones, ha fracasado.

EQUIPO EN MAYÚSCULAS

Los Nuggets son el claro ejemplo de que el juego coral sin egoísmo sigue más vivo que nunca en la NBA, una fórmula más que válida para capitanear un equipo hacia lo más alto. Mike Malone ha demostrado ser un maestro en la gestión del vestuario, y ha hecho que cada uno de sus jugadores refuerce las virtudes de su compañero dentro la cancha, minimizando los defectos y construyendo un grupo que nadie ha sabido parar.

En Colorado ya miran al futuro, y quién sabe si esto podría convertirse en una dinastía en los próximos años. Por el momento, Denver ya es una ciudad de campeones.