COMUNIDAD DE MADRID

Ayuso evita liderazgos políticos en su Gobierno y asume en solitario el timón ideológico

Sus escudos políticos se quedan en el partido, con Alfonso Serrano al frente, y en la Asamblea de Madrid con Carlos Díaz Pache, el nuevo portavoz del grupo popular

Isabel Diaz Ayuso saluda al público en su toma de posesión en la Real Casa de Correos de Madrid junto a Alberto Núñez Feijóo.

Isabel Diaz Ayuso saluda al público en su toma de posesión en la Real Casa de Correos de Madrid junto a Alberto Núñez Feijóo. / EFE

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso

 ha asumido en solitario el timón ideológico de su nuevo Gobierno. Entre los 

nueve consejeros elegidos

 para esta legislatura no hay rastro de caras reconocibles para la opinión pública, referentes sociales ni rostros que recuerden siquiera a una gran base social que representan al PP. Tampoco una Vicepresidencia o una Portavocía conocidas aún, si bien se apunta que el nuevo consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García, "buen comunicador y conciliador", según revelan en el partido, ejercerá de facto de ambas cosas.

La recién investida presidenta de la Comunidad de Madrid se ha erigido en un referente de la derecha, tanto por no renunciar a lo que llama batalla cultural como por haber absorbido y recuperado para el PP gran parte del centro derecha, logrando una mayoría absoluta el pasado 28 de mayo que ha dejado a Vox con un papel totalmente secundario en la región. Ese liderazgo solo estará representado por ella en el Gobierno autonómico, sin escudos tras los que colocarse en caso de necesidad. El muro de protección en el que Ayuso podría parapetarse se ha quedado en la Asamblea de Madrid con un nuevo portavoz, Carlos Díaz Pache, que en su primera intervención durante el debate de investidura ya dio muestras de cómo utiliza la ironía como azote de la izquierda, y en el partido, donde Alfonso Serrano se mantiene al frente con su verbo rápido siempre dispuesto a confrontar con la oposición y el Gobierno de la nación. Si vienen mal dadas, aunque en estos años Ayuso ha mostrado que no es precisamente dada a esconderse y ha hecho de la osadía marca personal, ellos son de momento la baza en la que escudarse.

Apuesta por la gestión

En el Partido Popular hay dos corrientes que intentan explicar que Isabel Díaz Ayuso haya evitado perfiles de marcado caracter político en su Ejecutivo. Una la achaca a la necesidad de resultados; la otra habla del "tiempo" y, sobre todo, de la hemeroteca. Ella ha sumado otro significado específico, la necesidad de que dé un paso adelante en política la generación de "los hijos de la Transición", de la que ella misma es parte.

En el primer caso, están quienes señalan que, en un contexto que necesariamente será diferente, el producto ofrecido también debe serlo. Los sondeos apuntan a un PP ganador en las elecciones generales de julio, aunque eso de momento no garantiza la gobernabilidad. Y con un hipotético gobierno del PP en La Moncloa el papel de la dirigente de Madrid será también "diferente".

El equipo que ha presentado tiene un "buen nivel técnico", experiencia y conocimiento de cómo funcionan la Comunidad y su relación con el Gobierno de la nación, según concuerdan todas las fuentes consultadas. Con ellos Ayuso apunta hacia un cambio de estrategia al presentar un equipo centrado en sacar adelante las iniciativas y promesas electorales. No será fácil cumplir con las 50.000 viviendas sociales anunciadas, la modernización digital de la Administración o la revolución digital que pretende en la Sanidad pública sin que esta vuelva a levantarse en armas en algún momento. Para todo eso, ha puesto al mando a personas fieles y con bagaje en estos asuntos que le reporten resultados. La gestión frente a la confrontación permanente contra Pedro Sánchez, señalan en el partido, recalcando su convencimiento de que Ayuso "no perderá protagonismo" por eso. Pero los resultados son ahora más importantes si cabe porque ya no tendrá excusas ni "las manos atadas" por otro partido, como bien se encarga de decirle la oposición, tanto la izquierda como Vox.

Vuelta a 2019

La renovación que ha planteado "tiene mucho de reto personal", asumen fuentes de la Comunidad, mientras otros dejan en evidencia lo que significa el escaso nivel de liderazgo social o político de los nuevos consejeros: "La Comunidad de Madrid hoy ya sólo es Isabel Díaz Ayuso, para bien y para mal". Sin embargo, en su entorno cercano, más allá de reconocer que la gestión y los consecuentes resultados son fundamentales en esta nueva etapa, hacen memoria y apuntan en otra dirección. Los liderazgos se van forjando, apuntan. Y recuerdan dónde estaba la propia Ayuso hace cuatro años, en 2019, cuando surgió como candidata sin expectativas de tener un buen resultado y, sobre todo, como una desconocida para el gran público.

El tiempo, por tanto, puede "revelar" el perfil político de los nuevos consejeros. Una fuente cercana asegura que la presidenta "conoce muy bien" y "desde hace tiempo" a sus nuevos compañeros de viaje, que está convencida de que hay que dar nuevas oportunidades a la generación que hoy tiene entre 40 y 50 años para que haya relevo en el partido y que algunos de ellos "sorprenderán" a quienes hoy creen que solo se ha fichado a perfiles puramente técnicos.