La mayor crisis de Simeone en el Atlético

El Atlético de Simeone no funciona

El Atlético de Simeone no funciona / Efe

Sport.es

Cerca de cumplir seis años en el banquillo del Atlético de Madrid, el 'Cholo' Simeone está atravesando el momento más complicado y duro. El equipo rojiblanco ya tiene un pie y medio fuera de la Champions League y los últimos y decepcionantes resultados, especialmente los dos empates ante el Qarabag, pueden desatar la mayor crisis del cholismo. Se espera un mes de enero muy movido, incluso no puede descartarse que Fernando Torres, todo un símbolo para los 'colchoneros', abandone la entidad.

Todo ha saltado por los aires. Y en semanas. Los fichajes de Vitolo y Diego Costa para enero, por la sanción de la FIFA, parecen que ya son insuficientes para reconducir una situación que, con el paso de los partidos, se hace cada vez más difícil e inexplicable de asumir. El Atlético ha perdido su huella de identidad; ni presiona como es característico en la filosofia de Simeone ni defiende con la seguridad del pasado ni tiene efectividad en ataque. Poco a poco está perdiendo la brújula.

Pese a que el Atlético solo ha perdido un partido en lo que llevamos de temporada, la realidad es que ha dejado escapar 10 puntos en el campeonato liguero y otros 9 en Champions. La sensación que transmite en el Wanda es penosa y las primeras protestas ya se escucharon en el último compromiso europeo, con el decepcionante empate frente al Qarabag. ¿Serán suficientes Diego Costa y Vitolo para arreglar el desaguisado?. Parece que no...

Es un todo. Debilidad defensiva, falta de gol, crisis de identidad de los futbolistas más importantes... El Atlético está perdiendo el rumbo y Simeone no sabe encontrar la tecla que permita recomponer la situación. El momento es, pues, muy delicado. Griezmann, su estrella, está desconocido y Oblak, pese a rendir, no está al nivel de hace unos meses. Los problemas se amontonan en la mesa del técnico argentino.

"La Liga Europa es una mierda", soltó Gabi, uno de los pesos pesados del vestuario, tras la última decepción europea. Refleja perfectamente el estado de ánimo de los jugadores. Solo un auténtico milagro puede permitir al Atlético clasificarse para los octavos de final de la Champions, lo que sería un mazazo deportivo y un torpedo a la línea de flotación económica de la entidad, que podría tener un desfase de más de 25 millones de euros. Tiemblan las estructuras de la institución...

Vestuario, tocado

Tras el último varapalo en la Champions, una parte de los pesos pesados del vestuario compartieron una cena privada para reconducir la situación. Ahí estaban Moyá, Juanfran, Godín, Koke y Gabi. Algunos, como el capitán y el central uruguayo, son los mejores escuderos de Simeone en el vestuario rojiblanco. No fue una cita para preparar una revolución; todo lo contrario.

La cena tenía como objetivo cerrar filas y, como se dice vulgarmente, 'tirar del carro'. El momento es muy duro y todos son conscientes que deben reconducir la situación para no hacer más grande una herida que podría tener consecuencias inesperadas en estos momentos. Hay que frenar los problemas como el que está creando Carrasco o centrar a Griezmann para que aporte en el campo lo que se espera de él. Algunos futbolistas ya tienen la mente en otra cosa, conscientes que están señalados para dejar el club. 

¿Adiós a Fernando Torres?

Nadie, sin embargo, esconde que van a pasar cosas, y muchas, de aquí a enero. Ya se apunta que Fernando Torres, todo un símbolo para la afición atlética, podría dejar el equipo en el mercado de invierno. Significativo que 'El Niño' no estuviese en la cena privada de los pesos pesados del vestuario.

Torres es el atacante menos utilizado por Simeone y es consciente que, si la cosa sigue así, lo más productivo sería dejar su casa. No es su deseo, pero... Las próximas semanas fijarán su futuro profesional.

Gameiro y Vietto son las otras víctimas a la llegada de Diego Costa en enero. Los dos futbolistas, sin confianza, no están rindiendo como se esperaba de ellos. No tienen gol. Su estado anímico está por los suelos. El Atlético ha necesitado 75 remates para hacer, en cuatro partidos de Champions, dos goles y uno, además, fue de penalti.