El dilema del PSG con la demarcación de Mbappé

Por mucho que el PSG encabece la Ligue 1 con cuatro puntos de margen sobre el Niza y haya encadenado ocho victorias ligueras, Luis Enrique no ha dado aún con la fórmula para que su equipo convenza. Este sábado, sin ir más lejos, el conjunto parisino sufrió más de lo esperado para derrotar al Nantes en el Parque de los Príncipes (2-1) con un gol de Kolo Muani a los 83 minutos tras cazar un rebote en una acción a balón parado.

El PSG rescata el triunfo y sigue su racha

El técnico asturiano terminó el encuentro con cinco delanteros para enmendar la falta de gol de un equipo que, sobre el papel, va sobrado de recursos ofensivos. El síntoma más inequívoco de esta discordancia es Mbappé, que ejerció de ‘9’ en el 4-3-3 del PSG por segundo partido consecutivo.

Si en la victoria de la jornada anterior ante el Le Havre (0-2) cosiguió marcar, en esta ocasión estuvo poco participativo. Mbappé fue el jugador del campo del PSG que menos veces tocó el balón (45) y, aun así fue el futbolista parisino que más veces chutó (cuatro tiros, dos a puerta).

Un problema que más bien estructural, puesto que Luis Enrique había alineado antes a Gonçalo Ramos y Kolo Muani como referencias en el centro del ataque sin lograr involucrarlos en el juego. El dilema que surge ahora es si el PSG puede permitirse tener a Mbappé, su mejor jugador, desconectado del juego a cambio de acercarle al área, donde es más determinante.

“No jugó en el centro, sino en todos lados y como siempre. Kylian tiene total libertad en ataque”, se defendió Luis Enrique en sala de prensa. Sin embargo, lo cierto es que la presencia de Bracola en el extremo izquierdo, el área de influencia habitual de Mbappé, desplazó reiteradamente al delantero al eje del ataque, rodeado de contrarios.