Carlos Alberto Parreira, un trotamundos en la cúspide

"Era pobre. Tenía que coger el autobús para ir a estudiar y a trabajar". Lo dice Carlos Alberto Gomes Parreira, uno de los técnicos más prestigiosos y laureados de toda la historia del fútbol mundial. Lo recuerda para no olvidar de dónde viene y cuáles han sido sus raíces. Nacido en Río de Janeiro, dado que no era un chico dotado para el fútbol, decidió sacarse el título de preparador físico y entrenador en la Escuela Nacional de su ciudad. Sus primeros pinitos los hizo en el Sao Cristovao, el mismo club donde dio sus primeros pasos como jugador Ronaldo antes de alcanzar fama mundial.

Con veinticuatro años tomó una decisión que cambiaría su vida. En 1967 decidió probar fortuna en Ghana, en Africa: "Cuando llegué no había infraestructura; jugaban en campos de tierra y con los pies descalzos", rememora Parreira.

Fue el inicio de una larga y dilatada carrera que tuvo la primera recompensa con el título de campeón del mundo en México'70, donde Parreira formó parte del cuerpo técnico brasileño en calidad de preparador físico. También estuvo en los JJ.OO. de Alemania'72 y en el Mundial del mismo país en 1974. De espíritu aventurero y grandes inquietudes culturales -es un magnífico pintor y la lectura es su pasión- aceptó un nuevo reto: preparar a la inexperta Kuwait para el Mundial de España. Clasificó al equipo árabe e hizo un gran papel en nuestro país.

Ese éxito le permitió tener el honor de dirigir a la selección de Brasil en 1983 y 1984. Diez años más tarde regresó para hacerse cargo de la selección en el Mundial de Estados Unidos. El cuarto título conquistado por Brasil le abrió las puertas del fútbol europeo, donde pasó fugazmente por el Valencia y ganó la liga turca con el Fenerbahçe. Llegó a trabajar más tarde con el Metro Stars de Nueva York.

Su segundo Mundial lo vivió en Francia'98, donde las derrotas de Arabia Saudí le costaron la destitución al perder con Sudáfrica, Francia y Dinamarca.

Lleva cerca de 100 partidos dirigiendo a Brasil y sólo ha conocido la derrota en once. Si gana en Alemania, también él entrará en la historia.

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