Endler apela a la "fuerza física" para contrarrestar al Barça

La chilena Christiane Endler, portera del París Saint-Germain (PSG), apeló a la "fuerza física" de su equipo para contrarrestar la "calidad técnica" del Barcelona de la delantera Jennifer Hermoso, rival este sábado en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones.

En la rueda de prensa previa al encuentro, la capitana de la selección chilena compareció junto al técnico del PSG Olivier Echouafni, quien aclaró que su capitana, la española Irene Paredes, está "muy concentrada", a pesar de los rumores que la sitúan en el Barcelona en la próxima temporada.

"Es un equipo con mucha calidad, son muy hábiles, la presión es alta, muy intensa y te complican la salida desde atrás, pero las hemos estudiado bien, sabemos de la calidad técnica que caracteriza al Barca", señaló Endler, heroína en la eliminación en cuartos de final del vigente campeón Olympique de Lyon.

La cancerbera habló también de su antigua compañera y rival este domingo, la española Jennifer Hermoso, ex del PSG. "La conocemos muy bien, Irene (Paredes) también por la selección española".

Entre los semifinalistas (Bayern de Múnich y Chelsea son el otro cruce), Endler juzgó que su equipo no es "favorito", aunque sí que reconoció que son "fuertes" y que tienen "muchas ganas" de conquistar el máximo trofeo continental por primera vez.

Por último, la chilena juzgó "difícil" que en el fútbol femenino haya un intento de escisión como en el masculino con el frustrado lanzamiento de una Superliga.

"Lo veo difícil, quizá se involucren los mismos del masculino en el femenino, pero lo veo más difícil y espero que todo se solucione antes de llegar a ese punto", refirió.

Echouafni se deshizo en elogios al Barcelona femenino y lo comparó al masculino "de hace 10 o 12 años" liderado por Xavi Hernández, Lionel Messi y Andrés Iniesta por "su movilidad" y calidad técnica.

La ida de la Liga de Campeones se juega en el Stade Municipal Georges Lefévre a puerta cerrada a causa de las restricciones por la pandemia del coronavirus. El Estadio Gamla Ullevi de Goteborg (Suecia) espera en la final.