El Sabadell renuncia a darse por vencido

En la comida de Navidad del club, el presidente Pau Morilla-Giner quiso mandar "el mensaje de no rendirse"

El equipo vive una situación muy delicada, siendo colista y en plena reconstrucción interna

Foto de la comida de Navidad del Sabadell

Foto de la comida de Navidad del Sabadell / @CESabadell

SPORT.es

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Corren malos tiempos para el Sabadell. Quizás es una de sus peores épocas en sus 120 años de historia que precisamente celebra esta temporada. Colista en Primera Federación, el equipo está sumido en una crisis de resultados casi sin precedentes. Sólo un empate en sus últimos nueve partidos. O lo que es lo mismo: un punto de 27 posibles. Una sangría que ya ha costado la cabeza a dos entrenadores y un director deportivo. Y en esas se encuentra el Centre d’Esports. Su deseo para el nuevo año está claro: salvar la categoría como se pueda

El club se ha movido en las últimas semanas. Ya sin Jaume Milà y el tándem Lladó-Bofill, son Carlos Rosende en los despachos y Óscar Cano el banquillo que tendrán que reflotar el equipo en los próximos meses. Para ello se espera un movido mercado de invierno donde el club reactive a una plantilla que estaba para luchar por cotas mayores que huir del farolillo rojo. El presidente, Pau Morilla-Giner, apeló este martes al espíritu de lucha en la tradicional comida de Navidad

“Es obvio que estamos en una situación deportiva complicada, pero debemos valorar la suerte que tenemos todos de estar aquí, en un lugar maravilloso y entre amigos y familia. Y este fin de semana algunos tendrán la suerte de ponerse la camiseta de un club con 120 años de historia”, empezó diciendo el máximo mandatario. Lo hizo visiblemente emocionado después de una mañana en la que una visita hospitalaria a oncología le marcó y en un contexto de profundo luto en la ciudad por Raúl Jurado. La muerte de este joven jugador de fútbol sala de 19 años del CFS El Ático ha teñido de negro las últimas horas en Sabadell. 

“El otro mensaje es el de no rendirse. La vida no va de justicia divina, sino no habría niños con la camiseta del Sabadell en el hospital o chicos de 19 años muriendo este fin de semana en un pabellón. La vida va de levantarse, creer en uno mismo y, cuando estamos como estamos, podemos tirar la toalla o cogerla, secarnos el sudor y seguir trabajando”, añadió Morilla-Giner ante la mirada de los presentes en el restaurante El Castellet.