Los hándicaps que se ha encontrado Sergi Barjuan en el Barça B

Sergi Barjuan llegó muy ilusionado al Barça B este verano. En una entrevista a SPORT, confesó que "el tren del Barça es muy difícil de dejarlo escapar". Al técnico de Les Franqueses le llegaba una nueva oportunidad después de una última aventura en China y de pasar por equipos de Segunda División A sin encontrar los resultados deseados.

Pero pronto empezaron los problemas. Es cierto que en un filial siempre se está a expensas del primer equipo y es un orgullo que se tire de la cantera. Pero en el caso del Barça B está temporada el 'ascensor' se ha visto desbordado. El club fichó a Yusuf Demir con vistas a arrancar en el filial, pero a Ronald Koeman le convenció el austríaco en la pretemporada y le dio dorsal del primer equipo el último día del mercado. Por su parte, Gavi y Nico también dieron pronto el salto. El de Los Palacios, que estuvo con la selección sub-18 y se perdió algunos partidos, solo ha jugado uno esta temporada con el fiial, mientras que el coruñés ha disputado dos.

Sin los cracks durante la semana

Después, llegó el caso de Abde. De finales de noviembre a finales de enero, Sergi no pudo contar con el marroquí en ocho partidos consecutivos. Los últimos en subirse al ascensor con asiduidad fueron Balde y Jutglà. Ahora, el lateral zurdo, el único relevo natural para Jordi Alba, está lesionado y el de Sant Julià de Vilatorta sí está jugando con el filial, pero durante toda la semana se entrena con el primer equipo. Este domingo, tras el empate in-extremis (2-2) contra el Albacete, el técnico fue muy explícito. "Nos lo dejan el último día y hemos tenido que hacerle un vídeo personal de cómo presionar y lo que queríamos de él a nivel ofensivo porque no ha trabajado con nosotros", explicó sobre el caso de Jutglà.

Más lesionados de la cuenta

Uno de los motivos por los que esta temporada han subido tantos chavales del Barça B ha sido el gran número de lesionados en el primer equipo. Pero es que también el filial ha tenido muchas lesiones. Ahora, son ocho los futbolistas en la enfermería y ha llegado a haber diez. Algunos futbolistas importantes, como el propio Balde, Jandro o Rodado, se han pasado varios meses de baja.

Una categoría que no perdona a los filiales

La Primera RFEF no es la segunda B. La nueva categoría tiene mucho más nivel futbolístico que la extinta división de bronce y en general, los filiales están sufriendo frente a rivales que en muchos casos representan a capitales de provincia y en otros, han tenido épocas en Primera y buscan reverdecer viejos laureles. Albacete, el último rival del Barça B, o Castellón serían ejemplos de ambos casos.

Solo el Villarreal B aguanta el tipo, y de hecho, es el líder del grupo 2 de la Primera RFEF, pero a los otros equipos filiales no les están yendo tan bien las cosas. El Betis Deportivo es el colista, el RM Castilla tiene un punto menos que el Barça B (pero también dos partidos menos) y el Sevilla Atlético, solo un punto más que los azulgrana con los mismos partidos.