Italia: Al son de Pirlo y Balotelli

La azzurra llega al torneo manteniendo la renovación del equipo y la dependencia de Pirlo en el centro del campo y de Balotelli en ataque como señas de identidad.

Prandelli, el artífice del cambio de mentalidad de Italia desde que asumió el cargo en 2010, ha sabido estructurar un conjunto en el que se mezcla la juventud con la veteranía, la serenidad con el arrojo y la prevalencia del juego de toque por encima de otros presupuestos futbolísticos. De la mano del exentrenador de la Fiore, la azzurra ha dejado de ser un equipo construido a partir de la solidez defensiva para dar rienda suelta al juego creativo.

La idea preconcebida de una Italia rácana y especulativa, la del catenaccio y el barullo, ha dado paso a un equipo que si algo le falta es solidez defensiva. Correcta en la zona central, a la zaga italiana le falta determinación por las bandas, donde Abate y Balzaretti se muestran demasiado permeables. En cambio, el centro del campo y sobre todo la línea atacante, con Diamanti, Balotelli y El Shaarawy, pasa por ser el principal activo con que cuenta Prandelli.

LA FIGURA: MARIO BALOTELLI

Para lo bueno, que es mucho, y para lo malo, que también lo es en demasiadas ocasiones, Balotelli pasa por ser la gran figura de Italia. Rescatado por el Milan en el mercado de invierno, el ex del ManCity llega a la <strong>Copa Confederaciones</strong> en un gran momento de forma (12 goles en 13 partidos) y centrado en su actividad futbolística.

Si Pirlo logra abastecerle de balones, Balotelli puede marcar la diferencia, ya que a su podería físico, que le permite ir bien también de cabeza, une una potencia rematadora que le hace peligroso desde fuera del área.

EL SELECCIONADOR: CESARE PRANDELLI

Sucesor de Marcello Lippi, al que sustituyó tras el fracaso de Italia en el Mundial de Sudáfrica, Prandelli ha renovado de arriba abajo la squadra azzurra. Al margen del relevo generacional emprendido en 2010, el seleccionador ha apostado por un cambio de estilo estructurando al equipo en torno a la posesión de balón y renunciando al catenaccio que durante tantos años había caracterizado a la selección italiana.

Los resultados no se han hecho esperar. En la Eurocopa de 2012, la azzurra fue finalista después de haber practicado un fútbol desconocido hasta ahora por sus tifosi y solo el 4-0 encajado contra España en la final empaña un poco su trayectoria en Polonia y Ucrania. En la fase de clasificación para el Mundial de Brasil, Italia lidera su grupo, con 13 puntos en cinco partidos, por delante de Bulgaria y Chequia.