Luis Conde: "Barcelona ofrece a la Copa América un campo de regatas único"

El presidente del Saló Nàutic de Barcelona analiza el impacto que tendrá la Copa América de Vela en la ciudad

El certamen que organiza Fira de Barcelona promociona y populariza estos días, en su 61 edición, la legendaria competición entre los barceloneses

El presidente del Saló Nàutic de Barcelona, Luis Conde, con el trofeo de la Copa América de Vela

El presidente del Saló Nàutic de Barcelona, Luis Conde, con el trofeo de la Copa América de Vela / FIRA DE BARCELONA

Xavi Canals

Xavi Canals

Los muelles de la Fusta, España y Marina Port Vell de Barcelona acogen desde el pasado miércoles hasta el próximo domingo la 61 edición del Saló Nàutic de Barcelona que organiza Fira de Barcelona en colaboración con la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN). Una edición marcada por la 37 edición de la Copa América de Vela, que se celebrará en el litoral barcelonés entre agosto y octubre del próximo año.

Luis Conde, presidente del Saló Nàutic de Barcelona, analiza para SPORT el impacto positivo que la Copa América de Vela tendrá en la ciudad y todos los esfuerzos que el certamen que preside está haciendo para promocionar y popularizar esta competición entre los barceloneses.

No cabe ninguna duda de que nos encontramos ante una edición del Saló Nàutic muy especial, con esa Copa América de Vela a un año vista.

Estamos ilusionados porque han venido muchas más marcas y en tierra tenemos los mismos expositores de los últimos años, 270. Es cierto que en agua, hemos visto reducida la exposición de 180 embarcaciones a algo más de 160, pero es porque hemos cedido una parte del espacio a la base náutica de INEOS, el equipo inglés que participa en la Copa Améria de Vela, un acontecimiento que es prioritario, porque solo se hace una o dos veces en la vida, mientras que ya vamos por la 61 edición del Salón Náutico. Tenemos que colaborar a que Barcelona vibre piense y ayude a que la Copa América sea un éxito y lo será".

Va a haber un antes y un después de la Copa América de Vela

¿Qué va a suponer para Barcelona la celebración de la Copa América de Vela?

La Copa América va a hacer que Barcelona vibre con la náutica. Barcelona va a vivir una cosa muy bonita. Con los Juegos Olímpicos giró al mar y ahora hay que lograr que penetre en el mar, que la gente vaya, juegue y viva el mar. La Copa América hará que Barcelona piense en el mar. Además, para la economía va a ser un impulso brutal, porque es uno de los eventos deportivos más importantes que hay en Estados Unidos. Es un acontecimiento que va a ser visto por millones de personas durante un mes ¿Y qué verán? Barcelona. Los vídeos promocionales que están haciendo sobre Barcelona son la pera y esto va a invitar a los americanos a venir. El turista americano escasea en España y es el que más gasta. Y si además es náutico, gasta nueve veces más que un turista normal. Va a haber un antes y un después de la Copa América"

La gente irá a la playa y verá la Copa América. ¡Es una pasada, porque eso no ha pasado nunca!

¿Y qué ofrece Barcelona a la Copa América?

Barcelona da a la Copa América un campo de regatas único que, por primera vez en la historia va a tener olas. Eso significa que el diseño y la innovación tienen que cambiar. Los barcos vuelan ahora a 100 quilómetros por hora, pero eso está pensado en agua plana y el Mediterráneo tiene olas cada siete metros. Por ejemplo, INEOS tiene un presupuesto de 750 millones de euros y la mayor parte va para el equipo de ingenieros, que tiene que pensar en cómo avanzar. Todo eso son cosas que luego se aplican a las nuevas embarcaciones y es lo que hace crecer el sector. Además, aquí lo tienes todo delante de la ciudad. La gente irá a la playa y verá la Copa América. ¡Eso no ha pasado nunca! En Valencia tenías que ir con los barcos fuera para seguir las regatas. ¡Será un pasada!.

¿Qué parte de mérito tiene Luis Conde en que esta competición con 173 años de historia haya venido por primera vez a Barcelona?

Ninguno. El mérito de que se celebre la Copa América en Barcelona es del empresariado. El primero que habló con Gran Dalton fue Dani Puig, que le planteó la posibilidad de que la competición se disputara en Barcelona. Dani le trasladó esa posibilidad a su hermano Mariano, que había sido presidente de Barcelona Global, y éste a la actual presidenta, Aurora Catà, que fue socia mía durante 12 años. Ese roce sí que lo tengo, pero nada más. Se necesitaban 50 millones para optar y se creó una Fundación a la que todos los empresarios importantes aportaron un millón. La Diputación, el Ayuntamiento y la Generalitat también pusieron dinero y todo este movimiento acabó convenciendo a la alcaldesa, Ada Colau, que tuvo la visión de plantear la competición más por su vertiente deportiva, por su vertiente de innovación y diversidad, ya que será la primera vez que se celebre también una competición femenina.

Si gana el Alinghi suizo creo que Barcelona tendrá otra edición de la Copa América

¿Acogerá Barcelona una segunda edición de la Copa América de Vela?

Si gana el equipo Alinghi Red Bulll Racing suizo estoy convencido de que sí, porque Suiza no tiene mar. Y creo que van a ganar, porque los veo muy metidos. Son los únicos que están entrenando y eso es importante, porque tienes que saber cómo navegar con la ola que tiene el Mediterráneo y los vientos predominantes, que en esa época es el Garbí. Tienen aquí un equipo de más de 300 personas.

¿La Copa América significará un impulso defintivo para el sector y para el Saló Nàutiic de Barcelona?

Con los Juegos Olímpicos, Barcelona giró al mar. La gente disfruta del mar. Se ve a gente paseando, corriendo, haciendo gimnasia, tomando el sol o bañándose y esto ha ayudado al desarrollo de la náutica. No solo en Barcelona, sino en España, donde este año se han sumado 100.000 titulaciones nuevas. Y si la gente se saca un título no es para tenerlo guardado en la mesita de noche, sino porque algún día se quiere comprar algo. Actualmente hay un parque acuático en España de 150.000 embarcaciones y este año sólo se han matriculado 5.200, menos de un 4 por ciento. Esto significa que la tendencia tiene que ir al alza, porque un barco no dura 20 años. Tenemos uno de los salones más importantes de Europa después de Dusseldorf, que no tiene mar, pero tiene dinero; Génova, que tiene diseño y astilleros; y Cannes, que tiene afición. En Barcelona tenemos una ciudad fantástica, muchos quilómetros de costa y tradición, porque llevamos 61 años haciendo el Saló Nàutic, pero cuesta, porque la administración no ayuda. Solo hay que ver que en España un barco vale un 12 por ciento más que en Perpignan, por los impuestos.