La Champions le debe una a Guardiola

El técnico del Manchester City afronta una eliminatoria de cuartos de final por sexta temporada consecutiva

Con Haaland y un equipo casi perfecto, Guardiola quiere ganar la primera 'Orejona' del club

El 'speech' motivador de Guardiola para la Champions: "Jordan ganó 6 títulos en 16 años"

Pep Guardiola en la rueda de prensa previa al duelo ante el Bayern / PERFORM

Iker Lloveras

Iker Lloveras

Pep Guardiola está dispuesto a romper con la historia. Dispuesto a quitarse la única espina que lleva clavada desde que aterrizó en Manchester allá por el 2016, y de paso callar a todos los críticos que le llaman 'fracaso' a no ganar una Champions desde que salió del Barça. Lo de llevarse cuatro de las últimas cinco Premier League, cuatro Copas de la Liga, una FA Cup y cambiar la historia del fútbol inglés les parece una gesta menor.

Y lo cierto es que ha estado muy cerca y ha llegado a acariciar el título de la Champions. Solo en su primera campaña con el City se quedó en octavos. A partir de ahí, siempre clasificó a cuartos de final y su mejor resultado fue la final de 2021 en la que cayó estrepitosamente frente al Chelsea, en un partido para el olvido. La eliminación en semifinales a manos del Real Madrid fue la última mancha en un historial lleno de resbalones, fallos a puerta vacía y giros de guion impredecibles.

El fallo increíble de Sterling

Conviene echar la vista atrás para repasar la lista interminable desgracias que marcan la historia reciente del Manchester City en la Champions. En los cuartos de final de la temporada 2019/20, los de Guardiola se enfrentaron al Olympique de Lyon en la eliminatoria que se jugaba a partido único y a puerta cerrada por la pandemia. Los 'cityzens' venían de eliminar al Madrid en octavos. Todo parecía estar de cara.

El resumen de la derrota del Manchester City ante el Lyon

El resumen de la derrota del Manchester City ante el Lyon / MEDIAPRO

Raheem Sterling, cuando su equipo iba un gol por debajo en el marcador, protagonizó uno de los fallos más descarados que se recuerdan en la historia del club en la competición. Gabriel Jesus dejó solo al inglés, que mandó el balón a las nubes. Guardiola no se lo podía creer. Tras el fallo de Sterling que hubiera supuesto el empate, los franceses sentenciaron con el 1-3. Una nueva desgracia.

La pesadilla del Tottenham

Si lo de Sterling fue difícil de explicar, el episodio vivido la temporada anterior en el Etihad es todavía más surrealista. El Manchester City se enfrentaba con el Tottenham de Mauricio Pochettino en la vuelta de los cuartos de final de la competición, con la necesidad de remontar el 1-0 de la ida. Sterling puso el primero del marcador, y el equipo se sobrepuso al doblete de Heung-Min Son para poner el 4-2 en un partido 'loco'. Llorente puso el tercero y batió a Ederson con un gol con la cadera, que precisó el VAR por unas posibles manos del español.

El City se fue arriba con todo, dispuesto a recuperar el billete a semifinales. En el descuento y a punto del final, Guardiola enloqueció para celebrar el gol de Sterling a pase de Agüero. El VAR frenó la euforia. Minutos de tensión por la revisión, y fuera de juego. Otra vez a las puertas, de la forma más cruel. Y aquel Tottenham que acabaría jugando una de las 'peores' finales de la Champions frente al Liverpool en el Wanda Metropolitano.

¿La última oportunidad?

Y por supuesto todos recordamos lo que pasó la temporada pasada en el Bernabéu. Uno de los partidos más memorables de la historia de la competición por lo inexplicable del resultado y del giro del partido. El fallo de Grealish casi a puerta vacía, un balón bajo palos salvado por Mendy y la épica de Rodrygo. Fue la derrota que más le dolió a Guardiola.

Ahora tiene la oportunidad de demostrar que puede romper con la historia y volver a escribir su nombre en esta Champions. No le hace falta ganarla para ser considerado el mejor técnico de la historia del Manchester City y uno de los mejores de todo el mundo, pero nadie quiere levantar esa 'Orejona' más que él. Y con Erling Haaland todo parece menos imposible. Tendrá que quitarse de en medio a todo un Bayern de Múnich.