El sol puede volver a salir en el Nápoles

Si hay una palabra que resulta acertada para definir la temporada del Nápoles esa es, sin duda, 'surrealista'. El club italiano se ha abonado a un parque de atracciones que cuenta con una montaña rusa cuya diferencia entre altos y bajos supera lo imaginable. Sin embargo, según informa 'Il Mattino', el sol y la normalidad pueden regresar al conjunto napolitano. Y el gesto llega de la única persona que puede arreglar o empeorar las cosas. 

El presidente del equipo, Aurelio De Laurentiis, quiere que el clima de tensión se rebaje, y es por eso que ha decidido intervenir en las ya famosas multas y bloqueos de sueldo. Recordemos que, debido a un empate ante el Salzburg, el mandatario obligó a sus jugadores a realizar una concentración a la que estos se negaron, lo que supuso, entre varias consecuencias, la congelación salarial y la aplicación de multas a cada miembro de la plantilla. 

Pues bien, según parece el presidente ha optado por suspender la decisión respecto a los sueldos, mientras que para las multas, las cuáles una Junta de Arbitraje debe decidir si son o no posibles, existirá ahora un periodo de negociación para valorar su posible anulación. Todo esto, junto a la llegada de Gattuso, pretende ser una estratagema que devuelva la normalidad al club y permita rendir bien en los próximos duelos. 

EL BARÇA EN EL HORIZONTE

La eliminatoria ante los azulgranas en Champions ha generado ilusión en San Paolo, y se quiere dar una imagen de equipo muy diferente a la mostrada hasta ahora. Por esta razón la anulación de las decisiones del sueldo y las multas se ven como un gesto de perdón por parte de una persona tan particular como De Laurentiis, y, quizá, sirva para mejorar el rendimiento global e individual de la plantilla.

Por si fuera poco, probablemente el Nápoles acuda al mercado de invierno como uno de los actores principales, por lo que un lavado de cara facilitará que los futbolistas deseen unirse al club o se lo piensen dos veces en caso de tener ofertas para salir. Si la cosa sale bien, el Barça se enfrentará a un conjunto muy diferente y más peligroso del que hemos podido ver hasta ahora.