Pedro se atasca en la Roma

El fútbol, como cualquier otra parcela de la vida, está plagado de altibajos. A sus 33, tras besar la gloria con el Barcelona y triunfar de nuevo en el Chelsea, sin hacer nunca demasiado ruido, Pedro Rodríguez tiene la lección más que aprendida. El delantero canario arrancó este verano la tercera etapa de su carrera, aportando experiencia y oficio a una Roma esperanzada con el crecimiento de su talentoso núcleo joven.

El arranque del exbarcelonista superó todas las expectativas. Pedro, acostumbrado en Londres a intercalar titularidades y suplencias, partió de inicio en las nueve primeras jornadas de la Serie A. El canario respondió a la confianza del técnico Paulo Fonseca con tres goles y tres asistencias en las siete fechas iniciales. Tal fue su impacto que hasta hizo olvidar la baja de larga duración de Nicolò Zaniolo.

Todo empezó a torcerse tras el parón de selecciones de noviembre. Pedro fue expulsado el 6 de diciembre ante el Sassuolo y dos partidos después, frente al Torino, fue por primera vez suplente. A finales de diciembre, el exazulgrana sufrió una lesión en el músculo flexor de la pierna que le hizo ausentarse hasta mediados de enero.

Reapareció en la segunda parte del derbi contra la Lazio, con un 2-0 adverso en el electrónico, pero nada pudo hacer para evitar la derrota final por 3-0. Pero no terminarían ahí los disgustos, pues Pedro se perdió las siguientes tres jornadas a causa de unos problemas musculares.  

Tras mes y medio prácticamente inactivo, Pedro reapareció con gol el 14 de febrero. El único que ha marcado en los once partidos oficiales disputados desde entonces. Con todo, Fonseca aún confía en él. El canario ha sido titular en las últimas tres jornadas de liga y en toda la fase eliminatoria de la Europa League.