De Zubimendi a Oriol Romeu

No tiene sentido que con la norma vigente del 40% se alimenten internamente opciones imposibles como las de Zubimendi o Kimmich

El volantazo hacia Orio Romeu escenifica un cierto nerviosismo, cuando éste es un mercado para tener temple y sangre fría

Girona - Elche | El gol de Oriol Romeu

El golazo de Oriol Romeu al Elche / LALIGA

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Algo chirría a la hora de buscar el substituto de Sergio Busquets, que fue de cara y avisó al club con tiempo que se iría el 30 de junio con la carta de libertad. Desde el momento en que LaLiga mantuvo la norma del 40%, el club era consciente que no podría ir al mercado a buscar un primera espada para una posición convertida en piedra filosofal desde que aterrizó Johan Cruyff en el banquillo culé el verano de 1988.  

Ante esta tesitura, por qué, entonces, se ha insistido en alimentar desde dentro en opciones imposibles como las de Zubimendi o las de Kimmich (por cierto, un lateral reconvertido a pivote por a varita mágica de Pep Guardiola). Esta es una postura que solo genera frustración porque expone públicamente las estrecheces de una época de reestructuración financiera y minimiza la alegría que ha supuesto ganar la Liga ridiculizando al Madrid.

Los volantazos, que llevan ahora en dirección al bueno de Oriol Romeu convertido en la personificación de las esencias del ADN blaugrana, escenifican un cierto nerviosismo, cuando éste es un verano en que el temple y la sangre fría se imponen para esperar el momento adecuado y acometer una de las oportunidades de mercado que aparezcan.