El duro reproche de Xavi a Lewandowski

El precio de la victoria ante el Almería por la mínima (3-2) fue un broncazo de Xavi Hernández a la plantilla

El delantero polaco no fue el único 'damnificado' por la ira del entrenador del Barça

Xavi Hernández, enfadado con sus jugadores: "En la charla de descanso he hablado muy claro"

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El Barça se va de vacaciones tras un amistoso-relámpago en Estados Unidos y salvar los muebles en su último partido oficial del 2023. Pero el precio de la victoria ante el Almería por la mínima (3-2) no fue bajo: Xavi Hernández tuvo que meter una tremenda bronca a sus jugadores en el descanso para que reaccionaran.

El propio Xavi explicó al final del encuentro que había tenido que tocar el orgullo de los jugadores, sin entrar en principio en demasiados detalles. Pero, según explicaron 'Mundo Deportivo' y 'As', lo del técnico vallesano no fue un simple rapapolvo, sino una bronca en toda regla durante la cual recurrió a palabras gruesas y apuntó en todas direcciones, incluido alguno de los pesos pesados del vestuario.

Según estas informaciones, Robert Lewandowski se llevó un correctivo público de los que resucitan a un muerto: “¡A ver si empiezas a correr de una puñetera vez!”, le espetó Xavi al ariete polaco. En el caso de Andreas Christensen y Joao Félix, optó por la vía de los hechos: tras conocer el descontento de Xavi, ambos se quedaron en la caseta y ya no regresaron al césped del Estadi Olímpic. El danés encajó el castigo de manera contenida, ya sea por su carácter discreto o por profesionalidad. El portugués, con peores formas, siendo fiel a la fama que le precede y demostrando una cierta inmadurez.

"¡Quiero que corráis como cerdos!"

Estos tres jugadores no fueron los únicos señalados, porque Xavi y su staff consideraron que el primer tiempo frente al Almería había sido un desastre colectivo. Su entrada al vestuario, gesticulando, dando patadas a diferentes objetos y blasfemando, precedió a una catarata de gritos para intentar sacar a sus jugadores de la indolencia y del pasotismo que aparentaban, mientras golpeaba la pizarra. “¡No puede ser! ¡No puede ser!”. Xavi se rasgó el jersey mientras que, entre una blasfemia y la siguiente, acusaba al equipo de falta de alma, de espíritu y de ambición. “¡Quiero que corráis como cerdos!”, les lanzó Xavi.