Tapar las averías en defensa, el primer gran reto de Setién

Piqué solo pudo parar a Williams de esta manera

El Barça no está fino en defensa tal y como se puede comprobar con el dato de los goles encajados en los últimos partidos / RFEF

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

En líneas generales deben extraerse cosas más positivas que negativas de la victoria en el Villamarín. El equipo estuvo muy fluido durante tramos importantes del partido, preciso e incluso brillante en muchas acciones. Futbolistas como De Jong dieron un salto importantísimo sobre el terreno de juego y el bloque estuvo compacto y coral, sobre todo en acciones ofensivas. Además, se piso área contraria con cierta facilidad y la compenetración entre las piezas de ataque carburó. Pero en el ‘debe’, una asignatura que es bastante preocupante y que quedó demasiado expuesta y manifiesta ayer frente al cuadro andaluz.

LA FRAGILIDAD DEFENSIVA, EN EL 'DEBE'

La fragilidad defensiva y el poco orden a la hora de replegar fueron un lastre que a punto estuvo de costar muy caro a nivel de resultado. Cierto es que la jerarquía y la ascendencia de Piqué es normal que se echen mucho de menos, pero Lenglet y Umtiti tienen sobre el papel suficientes galones y nivel como para suplir al catalán con garantías. Y lamentablemente no fue así. Sobre todo el costado derecho de la zaga (el izquierdo del ataque verdiblanco) fue un agujero negro en bastantes fases del encuentro. No ayudaron las pérdidas groseras que se produjeron en la medular, sobre todo la de un Arturo Vidal que propició el contraataque letal que Nabil Fekir ejecutó con la fría precisión de un sicario soviético.

EL GERMEN, LA CONJUNCIÓN DE VARIOS FACTORES

¿Dónde está el ‘germen’ de ese problema? Podríamos apuntar hacia varias direcciones. Gerard Piqué sigue a un muy buen nivel, pero está recibiendo una barbaridad de cartulinas amarillas (lleva 10, cuatro más que en toda la temporada pasada en Liga -6- y solo a dos de su tope, 12, y 14 en total en todas las competiciones) y eso lastra mucho tanto al equipo (ya son dos partidos los que se ha perdido por ese motivo) como a él mismo, condicionado durante demasiados minutos este curso por la ‘amenaza’ de una segunda cartulina. Además, el hecho de que solo haya tres centrales del primer equipo disponibles (Todibo se marchó, pero tampoco contó nada para Valverde anteriormente) deja más expuesta a la plantilla. Si Gerard, como ante el Betis, es baja, tan solo quedan dos zurdos para ocupar las dos plazas del eje de la defensa. Muy justo. Tampoco acaban de dar seguridad los laterales. Alba está viviendo seguramente a nivel defensivo sus momentos más bajos y ni Semedo ni Sergi Roberto están cerrando bien el ‘grifo’ por su banda.

PRIMERA MUESTRA DE 'DESCONFIANZA' EN ARAÚJO

Se abre un horizonte complicado para Setién, que ya fue cuestionado el otro día sobre si el club se había planteado aprovechar el ‘hueco’ de Dembélé para reforzar la zaga y no el ataque. “En principio lo que más necesitamos es otra alternativa en la delantera. No se puede descartar nada, pero la idea es esa”. En la lista de convocados para Sevilla incluyó el cántabro a Ronald Araújo, pero lo cierto es que a la hora de la verdad, con la expulsión de Lenglet, prefirió tirar de experiencia retrasando a ‘Busi’ antes que dar entrada al joven uruguayo. Veremos si confía en el físico portentoso del sudamericano en próximos compromisos; más le vale porque se verá cojo el técnico azulgrana en más de un partido.

Para empezar, se le abre el primer dilema la próxima semana ante un rival de máxima exigencia como es el Getafe en casa. Lenglet sancionado y Umtiti cuestionado después de mostrar unas carencias que viene arrastrando este curso. Algo lento en la anticipación y sufriendo mucho cuando tiene que replegar en los contraataques del equipo rival (más cuando tiene a Fekirs o Canales enfrente).