Los nueve que saben lo que es jugar en Barça y Manchester United

Dos clubs históricos, dos de los grandes de Europa, luchan por regresar a la élite del fútbol continental. La suerte ha querido que ambos se enfrenten en la eliminatoria previa a los octavos de final de la Europa League, una competición que, por el palmarés de unos y otros, se les queda pequeña, pero que parece ineludible para que, como en el pasado, vuelvan a protagonizar finales como las disputadas en 2009 en Roma o en 2011 en Wembley.

La historia común va mucho más allá de este doble enfrentamiento porque ambos clubs han compartido hasta ocho futbolistas, con mayor o menor suerte vistiendo una y otra camiseta. Los repasamos a continuación.

Mark Hughes

El galés, nacido en 1963, arrancó la historia común entre Barça y Manchester United, donde tuvo dos etapas diferentes. La primera fue de 1983 a 1986, años en los que fue capaz de anotar 47 goles en 121 partidos. Aquellos números y su gran rendimiento hicieron que en la Ciudad Condal se fijaran en él y acabó vistiendo de blaugrana, que pagó dos millones de libras esterlinas (2,4 millones de euros) a los ingleses por su fichaje. La incorporación fue un fiasco porque Hughes no rindió como se esperaba (marcó 5 goles en 36 partidos) y no ganó ningún título.

Todo lo contrario que en Manchester, donde, tras un breve paso de un año por el Bayern de Múnich, regresó para triunfar. Allí ganó once títulos, entre los que figuran dos Premier League. Sus números como 'Red Devil' son excelentes: 231 partidos y 116 goles.

Jordi Cruyff

El hoy director deportivo del Barça, Jordi Cruyff, también jugó durante dos etapas distintas (aunque cortas) en el Manchester United. Antes lo hizo en el Barça, al que llegó para jugar al filial y acabó ascendiendo al primer equipo de la mano de su padre, Johan Cruyff. Jugó de blaugrana de 1993 a 1996, intervino en 54 partidos y anotó 11 goles. Su único título como culé fue la Supercopa de España de 1994.

Al United llegó en 1996 y se marchó dos años más tarde, en 1998, al Celta como cedido. Regresó para jugar la temporada 99-00. Le alumbran tres Premier League entre otros títulos en Inglaterra, pero, curiosamente, el año que estuvo a préstamo en Vigo los 'Red Devils' ganaron la Champions en el Camp Nou en una final recordada porque los de Ferguson remontaron el 1-0 de Basler a los seis minutos en el descuento del partido y tras dos saques de esquina.

Laurent Blanc

El francés llegó al Barça en una época complicada porque la gloriosa etapa de Johan Cruyff aún estaba en el recuerdo reciente de la entidad. Pese a dejar muestras de una enorme clase, el central solo vistió la camiseta blaugrana la temporada 96-97, en la que tuvo tiempo de ganar la Supercopa de España y la Copa del Rey de 1997, aquella vencida al Betis en la prórroga en un estadio Santiago Bernabéu en el que Joan Gaspart pagó al 'speaker' para que hiciera sonar, hasta en tres ocasiones, el himno del Barça. Blanc solo marcó un gol con la camiseta culé, a los cinco minutos de aquel Barça-Compostela en el que Ronaldo asombró al mundo con un golazo en el que se fue de todo aquel que le barraba el paso.

En Manchester estuvo de 2001 a 2003, jugó 74 partidos, anotó cuatro goles y ganó una Premier League en su segunda temporada.

Víctor Valdés

Una leyenda blaugrana en mayúsculas. El portero que más partidos ha disputado en la historia del club, con 535. Repasar su trayectoria en el Camp Nou es hacerlo de alguien que cambió el devenir de la entidad. Un antes y un después porque el canterano, tras su paso por el fútbol base, estuvo doce temporadas en las que lo ganó todo, desde tres Champions, pasando por seis Ligas en las que incluyó cinco Zamoras a nivel individual. Decidió marcharse cuando estaba en la cresta de la ola. Víctor Valdés nunca fue un futbolista más, tampoco lejos de los terrenos de juego.

En el Manchester United su presencia fue anecdótica. Solo jugó dos partidos en la Premier, ante el Arsenal (16 minutos) y ante el Hull City. Ambos acabaron en empate.

Henrik Larsson

Pocos futbolistas han dejado una huella tan importante con una presencia relativa en la primera plantilla del Barça. El sueco llegó al Camp Nou en 2004 y se fue en 2006 dejando atrás 2 Ligas, una Supercopa de España y la segunda Champions de la historia blaugrana, la de 2006 en París. Ante el Arsenal, Henrik, que fue suplente, dio las dos asistencias para que Eto'o igualara y Belletti certificara la remontada y el título para el Barça. Durante muchos años, el club ha buscado lo que se conoce como un 'perfil Larsson', ese delantero dispuesto a ser suplente que, cada vez que sale, es decisivo. Jugó 59 partidos y marcó 19 goles.

En el United estuvo cedido una temporada, la siguiente a abandonar el Camp Nou, por el Helsinborg. Ganó la Premier, aunque tampoco fue un fijo, como demuestra el hecho que jugó solo trece partidos y marcó tres goles.

Gerard Piqué

Como Víctor Valdés, otra de las irrepetibles leyendas del Barça. Gerard decidió poner punto y final el pasado mes de noviembre a su carrera como futbolista profesional. Lo hizo por sorpresa, mostrando la misma personalidad que ha exhibido durante toda su vida y recibiendo el homenaje unánime del Camp Nou. Dejó atrás una época que arrancó en 2008, cuando regresó al club de su vida procedente del Manchester United, donde no tuvo el protagonismo esperado de la mano de Ferguson. De hecho, en Inglaterra solo jugó 23 partidos, una anécdota en comparación a los 616 (52 goles le convierten en uno de los defensas más goleadores de la historia culé) que disputó con la camiseta blaugrana.

Su palmarés es gigante. Basta decir que lo ha ganado todo. Y todo es todo, incluidas tres Champions con el Barça y una con el United, además de ocho Ligas, entre muchos otros trofeos a los que puso su firma.

Zlatan Ibrahimovic

La fidelidad a unos colores no han sido nunca el fuerte de uno de los mejores delanteros que ha dado el fútbol mundial. El sueco Zlatan Ibrahimovic jugó solo una temporada en el Barça, la 09-10, y una y media en el Manchester United, entre 2016 y 2018. Al Camp Nou llegó por expreso deseo de Pep Guardiola, que empaquetó a Samuel Eto'o rumbo al Inter, donde el camerunés repitió el triplete que había ganado un año antes en el Barça. La relación entre el técnico y Zlatan nunca fue demasiado buena, sí demasiado tensa. Pese a todo, aquella temporada Ibra, antes de marcharse, jugó 46 partidos y marcó 22 goles, además de ganar una Liga y dos Supercopas de España.

A Inglaterra llegó a media campaña procedente del PSG y, tras acabar su primera etapa, se quedó un año más. Jugó 52 partidos y marcó 29 goles. Sus estadísticas son su mejor aval. Ganó la Community Shield y la EFL Cup.

Alexis Sánchez

En julio de 2011, el Barça firmó a Alexis Sánchez, procedente del Udinese, por 26 millones de euros más otros 11,5 en variables. Pese a que sus números nunca fueron malos durante las tres temporadas en las que militó de blaugrana, no llegó a explotar. Fue también una petición de Pep Guardiola, aunque siguió dos años más después del adiós del de Santpedor, con Tito Vilanova y Gerardo Martino, con quien acabaron muy mal. El tocopillano jugó 141 partidos y marcó 47 goles. Ganó dos Supercopas de España, una Liga y una Copa del Rey.

El chileno siempre tuvo un gran cartel en Europa y, la temporada 2017 llegó a Manchester para jugar en el United. Lo hizo tras salirse en el Arsenal, pero en Old Trafford nunca tuvo la confianza para seguir rindiendo el mismo nivel. Allí jugó 45 partidos y solo marcó cinco goles. No ganó ningún título.

MEMPHIS DEPAY

El Manchester United puso 38 millones de euros encima de la mesa del PSV en el verano del 2015 para llevarse a la última perla del fútbol neerlandés. Aterrizaba en Old Trafford un Memphis Depay que por aquel entonces se le conocía solo por el nombre de Depay y por ser un extremo desequilibrante con una facilidad tremenda para ver portería. Sin embargo, fue un juguete roto más de la factoría United en la última década.

Lo pidió Van Gaal y heredó el '7' del mítico Cristiano Ronaldo, pero jamás llegó al nivel que apuntaba en los Países Bajos, donde se había convertido en estrella siendo tremendamente joven. Tras su fracaso en Old Trafford y su conversión en Lyon a '9' más puro, el Barça lo fichó a coste cero para ser el delantero centro referencia del proyecto de Koeman. Tampoco terminó de salir del todo bien.