Joao Félix 'se niega' a aceptar su nuevo rol

El luso, que ha sido suplente en dos de los últimos tres encuentros (tras aquella sustitución al descanso frente al Almería), cuajó una media hora excepcional ante Osasuna

Los revulsivos de oro de Xavi

Barbastro - FC Barcelona | El partido de Joao Félix

El partido de Joao Félix ante el Barbastro / RFEF

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

“Si Joao Félix fuera constante y regular estaría entre los tres mejores del mundo”. Nos cansamos de leer frases de este tipo con ‘O Menino’ siempre en el ojo del huracán. Es una ‘lacra’ que arrastra a lo largo de toda su trayectoria y que, hasta ahora, no ha sido capaz de corregir. Ninguno de los técnicos que ha tenido, ni Potter, ni Lampard, ni Simeone, han sido capaces de extraer al luso esa regularidad en su rendimiento. El estar conectado los 90 minutos de juego y no tener déficits de atención, que esté en tensión, que trabaje en defensa. Que no tenga estas caídas en cuanto a confianza e influencia en el juego.

En estos menos de cinco meses que lleva en Barcelona, con ese componente de estar jugando para el equipo de sus ‘amores’, como él mismo se encargó de profesar en verano, la sensación es que sí pero no. Ha dejado actuaciones brillantes, como ante Atlético, Amberes o Porto, pero las ha alternado con desconexiones y con partidos grises. Almería, Barbastro.

ALMERÍA COMO PUNTO DE INFLEXIÓN

Xavi trabaja, sigue picando piedra para que el delantero encuentre el acomodo y el ambiente necesario para desplegar todos sus ‘encantos’ de forma constante. Y que trabaje, que se implique en el trabajo, en la presión.

Lamine Yamal y Joao Félix se abrazan tras el partido

Lamine Yamal y Joao Félix se abrazan tras el partido / Valentí Enrich

El partido ante el Almería significó un punto de inflexión para Joao. Xavi decidió sustituirlo al descanso después de una primera mitad muy muy gris. De aquellas que le cogen de vez en cuando en las que está ausente. A partir de ahí, suplente en Las Palmas (jugó poco más de un cuarto de hora), donde Ferran le pasó por delante, titular en Barbastro (junto a los menos habituales), donde volvió a mostrar una versión floja y distante. Y ayer, en unas semifinales, otra vez empezando en el banco.

'DESTROZÓ' A OSASUNA

Pero lo cierto es que lejos de salir apagado o con desgana, el portugués cuajó media hora sublime ante Osasuna. Dejó varios destellos de genio. Un toque sutil de tacón para una pared con Pedri, una conducción deliciosa con caño que acabó en asistencia para el 2-0 de Lamine. Y un disparo con recorte y finta durísimo que sacó como pudo Herrera.

Sin duda, es la versión que se quiere extraer de ‘O Menino’. Lógicamente, si es capaz de prorrogarlo tiene un sitio en el once reservado. Pero depende de él. Y de Xavi, claro. Ante el Madrid, otro escenario perfecto para destapar ese tarro de las esencias. Xavi tiene pólvora en la recámara.