Iñigo Martínez siente la libertad en el mar con su barco

El jugador explica a SPORT su identificación con los aires marinos y que tiene su propia embarcación en Ondarroa

De Barcelona destaca que "es una ciudad bonita a la que nos hemos adaptado muy bien, sentimos el máximo respeto"

Iñigo Martínez siente la libertad en el mar con su barco

Íñigo Martínez atendió a SPORT antes del partido ante contra Georgia / Jordi Gil

Jordi Gil

Jordi Gil

Iñigo Martínez es un hombre de mar. Se crió a orillas de las aguas del Cantábrico, en Ondarroa, donde empezó a dar patadas al balón. Un enclave del que se siente orgulloso y del que se ha quedado para siempre su pasión por navegar. Tiene su propio barco en su localidad y, aunque no puede disfrutarlo en Barcelona, ha tenido la fortuna de encontrar un destino también muy confortable como es el del Mediterráneo.

Iñigo Martínez cuenta para SPORT que sus primeros meses en la capital catalana, a nivel personal, han sido positivos. “La adaptación ha resultado m uy fácil y rápida. Toda mi familia está muy contenta de estar aquí”, destaca.

El jugador añade que su felicidad es aún mayor “ahora que puedo jugar” y de Barcelona explica que “es una ciudad bonita, con buena gente. Cuando bajo a la calle, encuentro un respeto máximo tanto hacia mi persona como a mi familia. Estoy muy contento.

Iñigo Martínez habla euskera y está encantado con que sus dos hijas puedan aprender un nuevo idioma, como es el catalán, que compaginan, como todos los niños en las escuelas, con el castellano y el inglés.

Esta riqueza cultural para sus pequeñas le satisface mucho: “Saber tantos idiomas hoy en día es un lujazo. Ellas lo aprenden sin hacer ningún esfuerzo. A mis hijas les vendrá bien conocer tantos idiomas, En mi caso, con 32 años, todo esto ya cuesta más. Para ellas tener todo esto aprendido será algo muy positivo”.

Amarrado

Lo único que le falta en su nuevo hogar es su barco. Lo compró curiosamente en Barcelona, coincidiendo cuando se hablaba sobre su fichaje, y su presencia en la ciudad condal disparó los rumores, pero en realidad solo se había desplazado para adquirir la embarcación. Las negociaciones sobre su fichaje por el FCBarcelona iban por otro camino.

Iñigo reconoce que “estuve a punto de traer el barco aquí, dependía de la zona donde iba a vivir y al final no me lo llevé”. Recordar su barco le llevó buenos recuerdos y con buen humor apostilla: “No me calientes más…que falta poco por traerlo (sonríe)”.

El mar es muy importante para Iñigo Martínez. Para el central significa un punto de fuga para ciertos momentos. “Es una zona donde veo la libertad, las olas del mar son especiales. Es una cosa que siempre he tenido y que he mamado. Barcelona tiene eso bueno y se agradeced que esté cerca”.

Buen carácter

Su talante abierto y con ganas siempre de generar buen ambiente en el vestuario le ha llevado a compenetrarse pronto con sus compañeros. Viajó a Estados Unidos con ellos, pese a que no podía jugar por la lesión, y esos días fueron valiosos para ir conociéndose mejor.

Ahora ya es una figura importante en la caseta. Sus consejos son apreciados por los jóvenes y sobre el campo ruge como un león.