El gesto de Laporta con Márquez... y con Xavi

Laporta estaba ayer en Palamós para ver el partido entre el Cornellà y el filial azulgrana, un partido de la Primera RFEF. El presidente no es un habitual en los encuentros del Barcelona Atlètic cuando se juegan en casa. Y mucho menos cuando se juegan fuera de la Ciutat Esportiva. Así pues, la visita del presidente hay que considerarla como extraordinaria.

El movimiento no deja de ser significativo porque se produce después de que el primer equipo lograra un tibio empate en Vallecas, que encadene una racha de malos partidos, que el juego aburre a las ovejas, que el martes hay un partido clave y que se ponga en tela de juicio la continuidad de Xavi Hernández en caso de seguir con la dinámica actual.

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Es signifitivo el gesto de Laporta porque su escogido en el caso de un eventual cambio de entrenador es Rafa Márquez, técnico del filial. El mexicano está cuajando otra sensacional temporada con el filial y tiene la aprobación de Laporta para que sea el sucesor de Xavi.

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Rafa Márquez asumió el banquillo del Barcelona B al inicio de la pasada temporada. Sin apenas experiencia, el técnico llevó al equipo al play off en el pasado curso y en la presente está de nuevo en los puestos de cabeza. Los jugadores hablan bien de él y se ha ganado el respeto de la gente que rodea al filial.

El gesto de Laporta sirve también para meter presión al actual entrenador del primer equipo del Barça y para dejar las cosas claras a todas las partes afectadas. Sin haber abierto la boca. A no ser que así se lo dijera a Márquez en la puerta del vestuario una vez finalizado el partido, en la reunión que tuvo con el técnico en presencia de Juan Ramon Alexanco y con Joan Soler.