La contradicción del City con Bernardo Silva

Hay quien está abierto a negociar y hay quien no piensa moverse. En el Manchester City parece haber criterios diferentes en cuanto a la posible salida de Bernardo Silva. Se trata de un jugador importantísimo tanto para el club como para Pep Guardiola, pero mientras la dirección deja bien claro que no negociará un traspaso a la ligera, el técnico de Santpedor deja otro tipo de mensajes. Una contradicción en la estructura deportiva.

Guardiola desvela sus intenciones con Bernardo Silva

Siempre ha defendido que quiere a futbolistas comprometidos con su proyecto y que quieran jugar para él. Los que prefieran marcharse, tienen todo el derecho a hacerlo y el propio entrenador dará cierta flexibilidad. Ayer, tras caer en la Community Shield ante el Arsenal, Pep insistió que "si alguien quiere a Bernardo Silva tendremos que hablar". Unas declaraciones que dejan más o menos abierta la posibilidad de un traspaso, pero que luego se quedan solo ahí, en puras palabras.

Y es que la directiva 'citizen' no parece estar muy por la labor de seguir la corriente del técnico de dejar ir a los que quieren irse. El Manchester City ya ha rechazado dos ofertas muy suculentas del PSG por el mediapunta portugués y ha hecho lo propio con las del Barça. En las últimas horas, el club azulgrana trasladó un intento para firmar a Cancelo y Bernardo Silva en calidad de cedidos con opción de compra obligatoria al final de la temporada.

Una oferta que no tardó ni un día en ser respondida y, al momento, rechazada. El luso es una pieza indiscutible en los esquemas de Pep Guardiola y, sin Mahrez, cobra todavía más importancia. No hay un extremo que juegue por banda derecha en la plantilla 'citizen' más allá de Bernardo Silva. O llegan dos jugadores para esa posición o parece complicado que pueda salir. Diga Guardiola lo que diga.

Un movimiento de Bernardo Silva dejando claro que quiere salir del Manchester City apunta a ser la clave para forzar una salida. Pero veremos si el portugués está dispuesto a apretar para dejar atrás la aventura inglesa.