Willy Hernangómez, decidido a ser "dominante en los dos aros"

Willy Hernangómez tomó el pasado verano la difícil decisión de volver a Europa después de siete años en la NBA, repartidos entre los Knicks, los Hornets y los Pelicans. Además, lo hizo para convertirse en el fichaje estrella de un Barça que había perdido a los rescindidos Nikola Mirotic y Cory Higgins.

Willy Hernangómez: "Quiero ser dominante en los dos aros y en Europa"

El problema es que el fichaje del exmadridista no sería de rendimiento inmediato por una pléyade de circunstancias. Y en primer lugar, a nivel de minutos. En lo que va de curso, el madrileño promedia 19:04 en Liga Endesa y 16:29 en Europa lastrado por los 10 que jugó en Kaunas y los 14 que tuvo ante ALBA Berlin y Olimpia Milano lastrado por sus conocidos problemas defensivos. En la pasada campaña en Nueva Orleans se quedó en 12 minutos.

Otro punto importante es la calidad de esos minutos. Pasar de ser un jugador secundario sobre todo en los últimos tiempos a que el equipo necesite de su liderazgo es un cambio muy importante. Y la continuidad, ya que en los Pelicans se perdió más de la mitad de los partidos del curso 2022-23 cuando ahora debe estar siempre.

"Me encuentro cada vez más cómodo, mucho mejor dentro del equipo y en la manera de jugar, en sentirme importante en ataque y en defensa, en conocer a mis compañeros, en ver en qué puedo ayudar y en qué necesito mejorar", comentó el interior a EFE.

En esa línea, el mayor de los hermanos Hernangómez reclama que aún quedan "muchos meses de temporada en los que espero seguir creciendo, no tener tope y aprender más del baloncesto europeo con compañeros como Jan Vesely". 

Sus retos

Una vez asimilados todos los cambios con el traslado a Barcelona incluido después de siete años fuera de España, Willy se ha centrado en la pista y ya ha ofrecido alguna exhibición como ante el Fenerbahçe (21 puntos, nueve rebotes y +26) o frente al Bàsquet Girona (20 puntos, 10 rebotes, +36 y MVP de la jornada).

Sin embargo, urge una mejoría en defensa pese a que no es su fuerte. Con 29 años y 2,13 metros, sus limitaciones de tren inferior no se van a solucionar a estas alturas, pero sí en cuanto a intensidad y, sobre todo, en valentía. En cerrar la línea de fondo pisando la línea y en plantarse firme de piernas en vez de acompañar a los penetradores.

De hecho, Roger Grimau fue muy valiente en Kaunas y lanzó un mensaje envenenado al madrileño: no es de recibo que Birutis parezca Shaquille O’Neal (18 puntos anotó el ex del Obradoiro, casi todos con él como su par). El técnico exprimió a Jan Vesely y su sustituto en dos ocasiones fue James Nnaji.

"El Willy que quiero llegar a ser es mucho mejor que el del Eurobasket, es un Willy dominante en los dos aros, pero ni el ataque ni la defensa dependen solo del uno contra uno. Necesitas al equipo. Es un proceso de adaptación, es buscar el punto medio en el que yo me encuentre cómodo y el equipo también", prosiguió el azulgrana.

"En Europa las normas son diferentes, el peso de la pelota es distinto y hay muchos menos espacios. Aquí hay que saber leer el juego, tienes que jugar y tomar decisiones muy rápido y tienen que ser todas buenas", concluyó el pívot. Sí, ha ido claramente a más desde su llegada, pero tiene que dar bastante más y él mismo se lo impone como reto.

El sueño parisino

Con el Líbano y Angola como rivales en el Preolímpico y con un posible cruce con Bahamas por el billete para París 2024, Willy Hernangómez también piensa en disputar sus terceros Juegos tras el bronce de Río y la sexta plaza en Tokio. “El grupo es muy difícil y tenemos posibilidades de meternos, pero también de no hacerlo. Dependemos de nosotros y lo daremos todo”, comentó el interior blaugrana.

También aprovechó para alabar al gran ‘gurú’ del combinado español. “En la selección siempre me he sentido muy cómodo porque Sergio (Scariolo) ha sabido apretarme, estudiarme, enseñarme a ser mejor jugador y a poder hacer muchas cosas”, añadió el pívot titular con España.