Natación

Jessica Vall: "Aún no me lo creo"

Jessica Vall Montero (Barcelona, 22 de noviembre de 1988) cautiva por su alegría y sencillez. Licenciada en Biología, investigadora en el Parc d’Investigació Biomédica de Barcelona y todavía tiene tiempo para perseguir su sueño en el agua. En el Mundial de Kazán lo ha alcanzado logrando la medalla de bronce de 200 braza

Jessica Vall, mostrando su medalla en las instalaciones de SPORT

Jessica Vall, mostrando su medalla en las instalaciones de SPORT / sport

Javi Espinosa

Apenas han pasado unos días, ¿has empezado a asimilar el éxito?

Un poco, pero pensaba que sería más fácil. No pensaba que iba a haber tanto alboroto, aún sigo recibiendo mensajes de compañeros y amigos felicitándome.

¿Cómo encaras los últimos 50 metros desde la última posición?

Sabía que la canadiense iba a salir rápida. Aunque no tuviera controlada a la japonesa o a Rikke (Moller Pedersen), ella sí que lo haría. Si la controlaba, sabía que estaría cerca del podio. El hecho de pasarla rápido, me hizo pensar ‘a lo mejor ganas medalla, aprieta y no te dejes nada’.

Y después, un marcador que parecía haberse vuelto loco... ¿qué te pasaba por la cabeza?

Veía un tres, otro tres, otro tres... pensaba que el marcador se había vuelto loco. Luego miré a mi entrenador y a la selección celebrando. No se te pasa nada por la cabeza, tienes la mente en blanco. Al cabo de unos minutos es cuando dices: ‘Soy tercera del mundo, no me lo puedo creer’. De hecho, aún no me lo creo.

Podio histórico y compartido con tus dos ídolos, ¿haber estado sola también hubiera estado bien?

Para mí ha sido como un sueño, me da igual haberlo compartido (risas). Hace unos meses en Canet cogí medalla en el 200 y en el 100, junto a (Kanako) Watanabe y Rikke. Le dije a mi entrenador: ‘no me has hecho ninguna foto y son mis dos ídolos, no sé si me volveré a subir al podio con ellas’. ‘Lo vas a hacer no te preocupes’ me contestó y el otro día me lo recordaba.

Las críticas, la ausencia de Mireia Belmonte... ¿cómo os ha afectado?

Nos afecta en el sentido que vivir una, dos o tres finales te anima. Siempre es muy importante comenzar bien un campeonato. Si no está Mireia, son menos medallas, son menos finales y es más difícil emocionarse.

Y el fenómeno Ledecky.

Es inhumana, no tiene rival. Nadando es impresionante, pero la ves y es enorme.

Se nota que Jou (Jordi, su entrenador) es una persona muy importante...

Es como un padre. Entrenador y psicólogo. Dentro de la relación que tenemos, él siempre destaca que por delante de los resultados están las personas.

¿El mejor consejo que te ha dado?

Que disfrute y sobre todo que tenga ilusión en lo que haga. Que esta ilusión no se convierta en una responsabilidad o en presión.

¿Y de cara a Río 2016?

Plantear la temporada igual, intentando estar en los Juegos y rebajar allí mis marcas. El año que viene quiero tenerlo todo controlado. Si vas a competir y estás segura de que has hecho todo lo que tocaba, podrás dar el 100x100. Después lo que represente ya no depende de ti.

¿Qué lo que más te ilusiona de ir a unos Juegos Olímpicos?

Todo lo que comporta que el deporte sea el centro de todo y formar parte de eso. Vivir la competición más importante para un deportista.

¿Te gustaría conocer a algún deportista en especial?

Tiene gracia porque justo antes del Mundial estaba en el CAR y vi a Pau Gasol entrenando pero me dio vergüenza pedirle una foto. Y el otro día me hizo un tuit felicitándome y yo no me lo podía creer.

Antes de todo eso le toca disfrutar de unas merecidas vacaciones.