Lewandowski: sangre fría y paciencia para volver a brillar

El polaco deja atrás un verano enrarecido a base de goles

Las figuras de Joao Félix, Gündogan y Ferran, claves en su mayor participación en el juego

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Robert Lewandowski vuelve a ser Robert Lewandowski. El polaco suma cinco partidos consecutivos con el Barça marcando y ha recuperado la sonrisa tras un verano enrarecido por la alargada sombra de Arabia Saudí y las dificultades del ariete para gozar de ocasiones de gol. En cuanto ha vuelto a subir la producción ofensiva del equipo, el instinto del 'killer' ha aflorado de nuevo. Mientras eso no sucedía, 'Lewy' tiró de sangre fría, perseverancia y paciencia para mantenerse positivo.

No es ningún secreto que cuando el equipo pasó a jugar con cuatro centrocampistas puros, la capacidad de generar ocasiones bajó. Los registros del polaco, un finalizador clásico, se resintieron. Dicha tendencia se alargó durante todo el verano. Incluso en las dos primeras jornadas de Liga. Al Barça le costaba crear ocasiones y a Robert, entrar en juego. Era todavía el mes de agosto y algunas voces remarcaban el interés de Arabia Saudí en el internacional polaco.

Buscándose la vida a la espera de días mejores

Pero Lewandowski nunca dudó, ni se desesperó. Como es lógico, el ariete se preocupó por el hecho de entrar menos en juego. El '9' intentaba descargar, jugar de cara... Es decir, buscar de qué otras formas podía seguir ayudando a sus compañeros. Pero un depredador vive del gol y por mucho que quiera se le nota en la cara cuando los planes no salen como deberían. Fue entonces cuando el contacto fluido con Xavi y su experiencia le permitieron encontrar un estado de tranquilidad. Entrar en un bucle de ansiedad solo lo habría empeorado todo, de ahí que Robert respirara hondo y se dedicara más a seguir trabajando que a darle vueltas a la cabeza.

En una entrevista reciente, el delantero expresó que el Barça era más peligroso cuando más al ataque iba. Y la realidad es que en los últimos dos partidos, jugando con tres delanteros, Robert ha vuelto a su nivel de siempre: goles, asistencias y ocasiones varias. Las llegadas de Cancelo, Joao Félix y Gündogan y la 'explosión' de Ferran le han venido de maravilla al polaco. El atacante luso ha captado a la perfección que estando cerca del '9' es cuando más peligro pueden generar, tal como quedó demostrado ante Amberes, Betis y Celta. La química con el de Foios es máxima, mientras que la relación va incluso más allá con Ilkay, con quien compartió vestuario en el Dortmund.

Comunicación y sintonía máxima con Xavi

Aunque hubo quien interpretó las declaraciones de Lewandowski como una crítica, lo cierto es que el delantero solo expresó una evidencia también compartida por el cuerpo técnico: la apuesta por el fútbol de ataque es innegociable, pero para ello hacen falta recursos y jugadores de calidad. Y hasta ahora en el extremo izquierdo nadie venía rindiendo mejor que un centrocampista de naturaleza, fuera Pedri o fuera Gavi. Precisamente para incrementar la producción ofensiva Xavi apretó por Cancelo, Gündogan y un atacante de primer nivel, que ha terminado siendo Joao Félix.

Lewandowski, que abrió con un doblete el camino de la remontada ante el Celta y que anotó el martes su gol 100 en competición europea, vuelve a volar alto porque el equipo ha subido dos marchas. Y como eso sucede, 'Lewy' vuelve a vivir dentro del área, donde más cómodo se siente, y ya no tiene que ir a buscarse la vida lejos de ella. Ese nunca ha sido su ADN.

Por otro lado, el depósito de 'gasolina' del polaco se llena a base de goles. A mayor ritmo anotador, menor fatiga. Y viceversa. Ante su sensacional racha actual, el delantero se siente a tope físicamente. "Hablé el viernes con él y me dijo que se siente muy bien físicamente y a nivel de confianza", explicó Xavi tras el Barça-Celta. Lo difícil ahora para el técnico será convencer al delantero para que más pronto que tarde acepte entrar en las rotaciones.

Cuidando de los Gavi, Lamine...

El papel de un ariete finalizador siempre es más una consecuencia del juego que una causa. Sería lo segundo si Robert tuviera ocasiones y fuera incapaz de materializarlas, aunque lo que sucedía en los últimos meses era que directamente casi ni disfrutaba de ocasiones de gol reales.

El experimentado delantero vuelve a sentirse como pez en el agua en el terreno de juego, mientras que fuera de él ejerce como consejero de varios de los jóvenes talentos. Sucede con Lamine, al que siempre da instrucciones, o incluso con Gavi, con quien poco a poco ha ido tejiendo una relación afectuosa al estilo 'padre-hijo'.