Del caos a la euforia con el Xavi más intervencionista

El técnico sacudió al equipo en varios momentos para encontrar soluciones ofensivas

Gavi destacó en la base del cuadrado pero el equipo estuvo muy expuesto en defensa 

FC Barcelona - Celta: Así fue la remontada del Barça

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El Barça vivió su primera tarde épica en Montjuïc. No es un adjetivo recurrente en la historia de un club que suele explicar sus éxitos más por razones futbolísticas que por cuestiones de fe. La victoria parecía casi imposible cuando quedaban solo diez minutos y el Barça estaba con los brazos bajados (0-2).

El balón era del conjunto azulgrana, pero era el Celta el que se plantaba delante de Ter Stegen con una facilidad asombrosa. La mayor parte del encuentro el Barça defendió mal porque atacó peor. Ante el cerrojo del Celta, que acumuló mucha gente por dentro para dejar al Barça sin espacios, los azulgrana sumaron mucha gente por delante del balón pero sin encontrar soluciones. 

Xavi apostó por la titularidad de Marcos Alonso y Ferran Torres, dio descanso a Gavi y dejó a Lamine en el banquillo. Varios cambios en el once que no alteraron su librillo: el clásico cuadrado con Gündogan y Joao Félix cerca de Lewandowski, y Marcos Alonso haciendo funciones de extremo en la banda izquierda. En el otro costado, Cancelo era casi un mediocampista más. Un planteamiento que Benítez tenía bien estudiado con una estrategia clara: atacar la espalda de los laterales del Barça al contragolpe.  

El Celta no tardó en tener ocasiones claras mientras el Barça en ningún momento fluía como en los últimos partidos. Xavi dobló la apuesta tras el gol del Celta. En el descanso entraron Araujo y Lamine por Marcos Alonso y Romeu. 

El Barça jugó gran parte de la segunda parte con Gavi y Cancelo en la base del cuadrado y terminó el partido con cinco delanteros: Lamine, Raphinha, Joao Félix, Ferran y Lewandowski. Xavi apostó por el brasileño jugando por dentro y la apuesta le salió bien. Raphinha estuvo muy activo en la recta fina aunque el hombre del partido fue Cancelo con una asistencia y un gol ‘in extremis’. La actuación del portugués, que acabó siendo el héroe del Barça en su partido más errático, resumió el sentir de la noche: hay victorias inexplicables, el fútbol también es eso.