Nadal, con los pies en la tierra

No tiene rival sobre tierra batida. Nunca escucharás a Rafa Nadal decirlo en una rueda de prensa o en una entrevista por la humildad que le caracteriza, pero los números son los que son y hablan por sí solos. El número uno del mundo, con su undécimo título en el Barcelona Open Banc Sabadell, ya suma 77 títulos en toda su carrera -igualando al mítico John McEnroe- y solamente tiene por delante a Ivan Lendl (94), Roger Federer (97) y Jimmy Connors (109). Eso sí, cuando hablamos de tierra batida, son 55 los que ha logrado el manacorí.

Para poder asimilar la magnitud de esta cifra hace falta recordar que solamente once tenistas, además de él, han conseguido ganar 55 títulos en toda su carrera, los mismos que Nadal ha logrado en una sola superficie. De hecho, en la actualidad, los inmediatos perseguidores del balear sobre esta superficie lenta están muy lejos. Son Novak Djokovic (13) y el valenciano David Ferrer (13). Tras ellos, aparecen Roger Federer (11), Dominic Thiem (7) y Stan Wawrinka (7). 

La distancia es abismal y le acompaña un porcentaje de victorias que asusta (92%). Además, es uno de los únicos cuatro tenistas que ha sobrepasado los 400 triunfos durante su carrera en el polvo de ladrillo, todavía muy lejos del récord que ostenta el legendario Guillermo Vilas (659). Pero como admite su tío y exentrenador, Toni Nadal, los éxitos de un deportista se miden por la distancia que consigue marcar respecto a sus perseguidores contemporáneos. Y, con estadísticas en la mano, su sobrino lo ha demostrado sobradamente.

Humildad absoluta

A Nadal no le importa ser el mejor o no. Lo repite una y otra vez. Prefiere seguir disfrutando de su gran pasión. Semana a semana y torneo a torneo. Disfrutar del momento. Serán los amantes de este deporte los que decidan el calificativo. “Decir que soy el mejor del mundo o no, no lo sé. No sé si he sido el mejor de la historia en esta superficie porque es difícil comparar épocas. No soy yo quien tiene que decirlo”, admitió esta semana en la Ciudad Condal. 

Eso sí, mientras su leyenda se sigue escribiendo a golpe de título, el balear tiene los pies en el suelo. Justo ahí, es donde los mejores se diferencian del resto. Esa capacidad de reconocer el éxito y, al mismo tiempo, mantener la serenidad para afrontar nuevos retos y objetivos como si nada hubiese sucedido. Una cualidad indispensable para triunfar en el deporte y en cualquier ámbito de la vida. 

Madrid, próxima cita

El número uno del mundo tiene, ahora, una semana para preparar su próximo compromiso. Será en el Mutua Madrid Open, tercera parada de su particular gira sobre arcilla. Las condiciones serán diferentes a las de Montecarlo y Barcelona, los dos torneos, ahora mismo, en los que más títulos ha ganado (11). La altura a la que se disputa beneficia más a los grandes sacadores del circuito, pero eso no es un problema para Nadal. Ya ha ganado en cuatro ocasiones desde que se disputa sobre tierra. Y siempre manteniendo los pies en el suelo.