Neurociencias

La pobreza y la criminalidad se marcan en el cerebro de los recién nacidos

Cuando las madres viven en esos entornos, se reducen el tejido cerebral y las conexiones neuronales de los bebés

La científica Lourdes Bernardez prepara a un bebé para una resonancia magnética como parte de la investigación.

La científica Lourdes Bernardez prepara a un bebé para una resonancia magnética como parte de la investigación. / Universidad de Washington en St. Louis.

Redacción T21

Dos investigaciones paralelas realizadas con mujeres embarazadas han descubierto que la pobreza de las madres provoca una reducción del cerebro de los recién nacidos, y que la criminalidad en el entorno disminuye las conexiones neuronales de los bebés.

Investigadores estadounidenses han descubierto que los recién nacidos de madres que viven en condiciones de pobreza muestran un volumen reducido del tejido cerebral, en relación con bebés cuyas madres tienen ingresos familiares más altos.

El estudio hizo un seguimiento de 280 mujeres embarazadas de varios niveles sociodemográficos, desde el primer o segundo trimestre del embarazo hasta las primeras semanas después del parto. Los resultados se han publicado en JAMA.

Los investigadores, dirigidos por Regina L. Triplett, de la Universidad de Washington en St. Louis, realizaron el estudio en el marco de una investigación sobre los mecanismos del parto prematuro.

Las participantes completaron cuestionarios para medir la desventaja social (nivel de educación, estado del seguro médico, nutrición) y el estrés psicosocial (escalas clásicas de estrés, depresión posparto y discriminación), y también respondieron preguntas sobre los riesgos para la salud durante el embarazo.

En las primeras semanas después del nacimiento, los bebés se sometieron a resonancias magnéticas mientras dormían. Los autores también registraron parámetros adicionales, como el sexo del recién nacido.

Datos reveladores

Utilizando la regresión jerárquica, una técnica que compara varios modelos lineales diferentes, los autores observaron cómo las características de la madre y los parámetros adicionales del niño se asocian con diferencias en la estructura del cerebro de los niños.

Así, el sexo femenino, su bajo peso al nacer y su edad postmenstrual (semanas de vida sumadas a las semanas de gestación), se asociaron con un menor volumen de la sustancia gris cortical y subcortical, así como de la sustancia blanca y del cerebelo. La desventaja social de la madre se asoció asimismo con un volumen reducido de todos los tipos de tejidos cerebrales del niño, excepto el del cerebelo.

El consumo materno de tabaco se asoció también con un volumen reducido de la materia gris subcortical y de la materia blanca del niño, pero la influencia de sus factores psicosociales (laborales) fue insignificante. El volumen del hipocampo y de la amígdala tampoco mostró relación con ninguna de las características analizadas.

Inmadurez cerebral

Con respecto al plegamiento de la corteza neonatal, se consideró utilizar el índice de girificación, que mide la cantidad de circunvoluciones en la superficie de los cerebros.

Menos pliegues y más superficiales significan por lo general inmadurez cerebral. El cerebro humano sano se pliega a medida que crece y se desarrolla, proporcionando a la corteza cerebral un área funcional más grande.

En esta investigación, un índice de girificación bajo se asoció con la desventaja social de la madre, así como con el sexo femenino del recién nacido y con una menor edad postmenstrual.

Por lo tanto, los autores demostraron que cuanto menor es el bienestar de la madre durante el embarazo, menor es el volumen de todo el tejido cerebral del niño, independientemente del estrés psicosocial de la madre.

Segundo estudio

Un segundo estudio realizado por investigadores de la misma universidad, y dirigido por Rebecca G. Brady, analizó una muestra de 399 madres y sus bebés: descubrió que las madres embarazadas que viven en vecindarios con altas tasas de criminalidad, dieron a luz bebés cuyos cerebros funcionaron de manera diferente durante sus primeras semanas de vida, respecto a los bebés nacidos de madres que viven en barrios más seguros. Los resultados de este segundo estudio se han publicado en la revista Biological Psychiatry.

Las resonancias magnéticas funcionales de bebés cuyas madres estuvieron expuestas al crimen ambiental mostraron conexiones neuronales más débiles entre las estructuras cerebrales que procesan las emociones y las estructuras que ayudan a regular y controlar esas emociones. Se cree que el estrés materno es una de las razones de las conexiones más débiles en el cerebro de los bebés, concluye esta investigación.

Los investigadores creen que proteger a las futuras madres del crimen y ayudarlas a salir de la pobreza, mejorará el crecimiento del cerebro y las conexiones neuronales de sus bebés.

Pero para que los programas sociales que tienen como objetivo ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial tengan éxito, los investigadores advierten que las políticas deben centrarse en ayudar a las personas incluso antes de que nazcan.

Más indicios

Los resultados de ambos estudios no son los primeros que alertan de la importancia del entorno para los recién nacidos.

La neurogenética ha demostrado que la pobreza en la niñez y la adolescencia está asociada con cambios en la función cerebral, así como con niveles más bajos de educación y capacidad cognitiva en la vejez.

Además, se ha apreciado una conexión entre las dificultades vividas en la primera infancia, y los trastornos en el desarrollo del sistema nervioso y el desarrollo psicoemocional a lo largo de la vida.

También se ha comprobado que el entorno de la madre y su estado mental durante el embarazo también afectan al feto. Por ejemplo, estudios anteriores han vinculado la vida de una madre en un área insalubre durante el embarazo, con un índice de masa corporal reducido del bebé, y la ansiedad y depresión de la madre, con cambios en la estructura del cerebro de su hijo. Son datos que hacen pensar.

Referencias

Association of Prenatal Exposure to Early-Life Adversity With Neonatal Brain Volumes at Birth

. Regina L. Triplett et al. JAMA Netw Open. 2022;5(4):e227045. DOI:10.1001/jamanetworkopen.2022.7045

The Effects of Prenatal Exposure to Neighborhood Crime on Neonatal Functional Connectivity.

Rebecca G. Brady et al. Biological Psychiatry, April 12, 2022. DOI:https://doi.org/10.1016/j.biopsych.2022.01.020