Laura Ponts: Arte Gastro

Ella se define como estilista gastronómica pero es toda una artista. Gracias a sus cuidadas fotografías hace realidad aquello de ‘comer con los ojos’

Triunfa en Instagram con más de 350.000 seguidores que aplauden sus obras y acaba de publicar un libro que es todo un derroche de buen gusto

Sus propuestas ‘anti fast food’ para ver un partido del fútbol son un espectáculo

Laura Ponts, protagonista del Style

Laura Ponts, protagonista del Style / ESPASA

Carme Barceló

Carme Barceló

Cuando la has visto trabajar, crear, componer y cocinar sabes que el resultado final de todo lo que emprende será exitoso. Elegancia, clase, calidad y un cuidado exquisito son algunas de las características de la obra gastronómica de Laura Ponts. Porque aunque ella diga que no, es una artista. Sus bodegones y sus fotografías -hechas con un smartphone sin más complejidad que el buen enfoque y la luz adecuada- han traspasado fronteras y son aplaudidas por cientos de miles de personas.

Muchos rostros conocidos están siempre ahí, reconociéndole su arte. Maribel Verdú, Ángel León, Sandra Barneda, Samantha Vallejo Nájera y, por supuesto, Nandu Jubany valoran cada una de sus publicaciones. Este último ‘cazó’ su talento “hace más de diez años. Trabajo con él desde entonces y me hace muy feliz verle triunfar y crecer”. A él le sucede exactamente igual. 

UN PARTIDO DE FÚTBOL CON BUEN GUSTO

“Somos ya cuatro generaciones las que nos dedicamos a cocinar”, explica Laura que ha cambiado su apellido legal por el de Ponts para homenajear a su pueblo. Allí sigue el negocio familiar, la Cansaladeria Vilalta, y allí siguen al pie del cañón madre e hija. “Tuve la suerte de nacer entre fogones y que mi madre tuviera la inquietud de viajar conmigo desde niña, de ir a buenos restaurantes y de inculcarme esta cultura gastronómica que me ha llevado hasta aquí”. Esa base ha fundamentado lo que hoy se transforma en un libro que es una auténtica obra de arte. Ríe cuando se lo comento y reconoce que “soy como un pintor. Busco la armonía, los colores e intento reflejar algo que, de base, son productos simples que pueden convertirse en un relato”. Cada mañana va a comprar a las tiendas del barrio, a la Boquería y a las floristerías que le proporcionan el material con el que construye sus abigarrados bodegones.

“Cada foto es un largo proceso que la gente no ve -explica- y algunos días que no estás tan inspirada. Pero hay que insistir porque de lo contrario es imposible hacer un libro como éste”. Muy culer, ver un partido de fútbol con ella es un espectáculo de buen gusto más allá del césped. “Apuesto por las pizzas individuales divertidas, mini ensaladas y mini bocadillos gourmet. Una vajilla colorida, una cubertería bonito y alejarse del típico fast food es mi mantra”, dice Laura Ponts. Su arte gana por goleada.

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