Dani Olmo: "Me llamaban loco por irme a Croacia"

Dani Olmo habló para SPORT sobre el momento por el que atraviesa su carrera deportiva

Dani Olmo habló para SPORT sobre el momento por el que atraviesa su carrera deportiva / Jordi Gil

Jordi Gil

Jordi Gil

¿Cómo valora su primera llamada con la selección? ¿Ha significado un cambio brusco?

Estoy muy bien, muy a gusto y sí que hay un cambio. No es lo mismo entrenar una vez con ellos que estar en dinámica, pero estoy intentando aprovechar la  oportunidad y aprender de los mejores.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?

El ritmo de juego, todo es dar un paso más. Es un nivel superior al que estaba acostumbrado a la sub-21 y en mi club. Poco a poco me voy acostumbrando y aprendiendo.

Nada mejor que debutar con un gol nada más salir...

Siento un gran orgullo. Fue algo mejor que un sueño. Estoy muy feliz y ahora ya a pensar en el partido ante Rumanía.

¿Qué le dijo Robert Moreno?

El míster me transmite confianza y que sea yo, que estoy aquí por lo que he hecho en mi club y la sub-21.

"Hubo un antes y después en mi vida tras el Europeo sub-21"

¿El gran cambio en su carrera llegó al ganar el Europeo sub-21?

Con el Europeo en Italia hay un antes y después en mi vida y en España también. Fui como el desconocido de la sub-21 y el torneo salió de la mejor manera posible con el título.

Mirando al pasado, usted deja el Barça con 16 años para jugar en Croacia, ¿puede explicar esta decisión tan sorprendente?

Suena raro y al principio me llamaban loco. La oferta deportiva del Dinamo no me la ofrecía ningún club. Podía estar en dinámica del primer equipo desde el segundo año, pero a los tres meses ya me subieron desde el filial y me quedé. Me ofrecían un proyecto de futuro, que iban a apostar por mi y así fue.

La apuesta salió bien, ¿pero valoró que era arriesgada?

Era una decisión que podía conllevar resultado muy positivo o todo lo contrario. Gracias a Dios ha sido más que positivo y estar aquí es un premio a un año de trabajo.

¿Cómo es la vida en Zagregb?

Es una vida tranquila. Es la capital de Croacia, no llega al millón de habitantes y estamos muy tranquilos.

España perdió el año pasado en el estadio del Dinamo, el Maksimir, un campo con un aroma añejo de los que ya no quedan…

Allí se jugaron muchos partidos importantes en la antigua Yugoslavia. Es un estadio un poco viejo, pero cuando se llena es espectacular.

¿En algún momento realmente se planteó jugar por Croacia?

Ellos tuvieron interés. La Federación croata se lo comunicó al Dinamo y  el club me lo dijo a mí. Así fue y llegó el interés, pero siempre dije que quería jugar con España y estoy aquí cumpliendo un sueño. Estoy muy feliz.