La temporada del Real Madrid pasa por Múnich

Zidane prepara a conciencia la eliminatoria ante el Bayern

Zidane prepara a conciencia la eliminatoria ante el Bayern / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid prepara a conciencia en partido de ida de las semifinales de la Champions League que jugará el miércoles que viene en Múnich ante el Bayern. Una eliminatoria en la que se juega toda la temporada tras sus fracasos en la Liga y en la Copa Rey. Es el pago a una campaña errática, en la que Zidane y sus pesos pesados son culpables de irregularidad, dejadez, indolencia, actitud y compromiso que ha provocado varias crisis a lo largo del curso.

Ahora se la juegan todo a dos cartas, a la ida de Múnich y a la vuelta en Madrid, por no haber estado a la altura para renovar una Liga que virtualmente es del Barcelona y pore caer estrepitosamente eliminado en la Copa ante un rival menor, como es el Leganés y, para mayor escarnio, caer en el Bernabéu. Un ridículo que se suma al de los últimos cuatro años en los que han sido incapaces de llegar a las semifinales.

AÑO LAMENTABLE

Una plantilla considerada de las mejores del mundo se tiene que agarrar a la Champions por su propia indolencia. Y lo hace con esa presión extra de ganar o cerrar un año lamentable. Lo peor es que para justificar la temporada tendrá que salvar al Bayern, un viejo conocido que le espera con el cuchillo entre los dientes y con ganas de venganza tras caer el año pasado en cuartos de la misma competición. Y lo hicieron de mala manera, sospechando de un arbitraje que les perjudicó.

Lo peor para los blancos es que la Juventus mostró el camino de por dónde deben golpearles para aprovechar sus debilidades después de rozar la hazaña de remontar el 0-3 de Turín con ese 1-3 con un penalti dudoso en la última jugada de la eliminatoria. Débil en las espaldas de los laterales, sobre todo Marcelo, un chollo a explotar. Débil e los balones de cabeza a los segundos palos aprovechando la fragilidad aérea de Marcelo o Carvajal (que se lo pregunten a Mandzukic, dos goles en 35 minutos). Esperar a que Casemiro siga de bajón tras una temporada intensa. Y, por último, aprovechar la inoperancia de Benzema: un regalo para las defensas rivales que doblegan su atención en intentar parar a Cristiano.