Tchouameni no arranca

Aurelien Tchouameni vive montado en una montaña rusa de irregularidad. Un futbolista imponente, técnico y con muchos recursos que no acaba de arrancar desde que llegó al Real Madrid hace temporada y media. La sombra de Casemiro le persigue, y muchos esperan que rinda a la altura del brasileño, aunque cada cual tiene su estilo por mucho que tenga características similares. El francés es más constructivo, le gusta el contacto con el balón, mientras el actual jugador del United vivía para ser el guardaespaldas de Modric y Kroos.

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El medio centro francés convenció en el primer tramo de la temporada pasada. Mostró su enorme potencial y se impuso para ganarse la confianza de Ancelotti. Sin embargo, las lesiones y después del Mundial su rendimiento cayó en picado y dejó más dudas de las deseadas en el entorno madridista. Esta temporada está calcando sus actuaciones a las del año pasado, con un buen comienzo y bajón tras sufrir una lesión que le ha tenido 50 días en la enfermería y ocho partidos fuera.

ANCELOTTI TIENE RELEVOS

La peor noticia para el francés fue que Camavinga le reemplazó con éxito hasta que también cayó lesionado. Ancelotti probó con el tándem Kroos-Valverde para encontrar un filón. Dos jugadores que se complementan, con características futbolísticas muy diferentes. El alemán y el uruguayo se han sentido a gusto y el equipo ha funcionado muy bien cuando ellos jugaron. Incluso Valverde confesó que esa era la posición en la que se encontraba más a gusto, lo que supone un problema para el italiano.

Mantener a los dos de medios centros dejaría sin sitio a Tchouameni, que desde su regreso alterna buenos partidos con actuaciones criticadas. Las lesiones de los dos centrales, Militao y Alaba, le convierten en un recurso útil en caso de necesidad y Ancelotti no duda en aprovecharlo. La realidad es que el francés no acaba de encajar en el estilo de este Madrid, pese a que tiene condiciones sobradas como futbolista, pero está teniendo problemas porque se espera de él que haga la labor de Casemiro cuando a él le gusta más construir que solo destruir.