El Real Madrid teme que Modric acabe como Benzema

Luka Modric sigue a lo suyo. Como si fuera un benjamín que da sus primeros pasos rezuma ilusión y marca el camino para los que vienen por detrás. Da lo mismo que tenga 37 años, que no reserva nada ya sea jugando con el Real Madrid o con Croacia. Arquitecto de cabecera en ambos equipos e los que sigue regalando su fútbol. Un estilo en el que alterna la coherencia, lo fácil siempre es lo más difícil, y la fantasía de un jugador que se resiste al paso del tiempo creyéndose indestructible.

Ahí es donde aparece la preocupación de su club, que no sea inquebrantable y que el físico le falle como le ha fallado a Benzema en el momento más importante para él y que le ha pasado la amarga factura de apartarle del Mundial. En el Madrid están orgullosos del croata, al que quieren renovar, pero temen que el físico pueda pasarle la misma factura que a Karim dejándole fuera de la dinámica del equipo para la segunda parte de la temporada. Un jugador necesario en el engranaje de la maquinaria futbolística de los blancos. Y es que Modric ni tiene sustituto ni nadie que se le asemeje.

DESGASTE MÁXIMO CON CROACIA

La preocupación en el Real Madrid por el físico del croata está fundamentada. De los 15 jugadores que han sido seleccionados por sus países desde que comenzó la temporada, Modric es el que suma más minutos, 686’, 93’ más que el segundo jugador blanco, Tchouameni, que acumula 593’ con Francia. Además, a diferencia de sus compañeros de equipo, no se ha perdido ninguno de los ocho partidos que ha jugado Croacia desde septiembre. Uno más que siete de los 15 internacionales madridistas.

Ancelotti lo cuida al máximo en el Real Madrid. Dosifica todo lo que puede sus apariciones. En minutos, es el undécimo de la plantilla con 18 participaciones, 15 veces titular de las que solo jugó los 90 minutos en dos ocasiones. Con Croacia ha jugado cuatro partidos completos de los ocho, incluidos los 120’ ante Brasil. Datos que superan las previsiones de lejos para un futbolista de 37 años al que le quedan cinco meses de dura competición con su equipo, que afrontará cinco títulos sin renunciar a ninguna.