El Real Madrid se la juega en casa ante el Betis

La afición del Real Madrid volverá al Santiago Bernabéu sin saber qué versión se va a encontrar de su equipo en un partido en el que necesita ganar al Betis para seguir peleando con el Barcelona por el título de Liga. A la hora del partido sabrán qué han hecho los de Luis Enrique en Riazor, adonde acuden con el subidón Champions que ha trasladado cierta desazón a Chamartín, donde creían haberse desembarazado del equipo azulgrana en su sueño de renovar el título continental. El Betis de Víctor Sánchez no debería ser un rival demasiado peligroso para los blancos, que tienen en ellos mismos a su peor enemigo como demostraron ante Las Palmas por recordar un ejemplo reciente. 

Sin la BBC Aunque parezca irónico, Zidane tiene a su favor no contar con la BBC al completo por la sanción de Gareth Bale. El tridente no funciona esta temporada por mucho empeño que ponga el francés en alinearlos, sólo consigue desequilibrio y sufrimiento para una afición que pide cada vez que puede que no jueguen juntos como ocurrió en Ipurúa con un resultado excelente. Pero a Zizou le gusta más su equipo con los tres por “su eficacia”... pero será vendiendo camisetas. Sin el galés, sale reforzado el centro del campo ponga a quien ponga, en un partido que tiene prohibido fallar para seguir optando al título de Liga.

El Betis no llega demasiado fino a una cita tan comprometida, después de haber ganado un solo partido de los últimos nueve que alcanza a la credibilidad de Víctor Sánchez. Hoy no dejará a Rubén Castro fuera como ha hecho últimamente, aunque seguirá apostando por esa línea de cinco defensas en su intento de construir al equipo desde atrás. A cambio, adelantará a Ceballos, su pieza más valiosa, del que depende en gran medida la respuesta de su equipo. 

Rotaciones Zidane tampoco puede contar con Varane ni con Pepe, ambos lesionados, pero sí con el bombero Nacho que se acopla a cualquier posición defensiva. Del resto del equipo los únicos que jugarán seguro son Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, sus lugartenientes, porque el francés podría hacer rotaciones en cualquier línea, incluida la portería. La afición está contenta con los resultados y la trayectoria de su equipo, pero no con la irregularidad de su juego. El último partido ante Las Palmas (3-3) desesperó a la grada por la desidia de algunos jugadores como Cristiano, que sigue en el ojo del huracán de una afición que no ha duda en pitarle por su mal juego. Igual que al equipo, que sigue sin un plan de juego definido, aunque gane los partidos.