Problemas en la piel y el césped del nuevo Santiago Bernabéu

La faraónica obra sigue encontrándose con serios escollos que complican los plazos de su reinauguración

Humedades y lamas que la visten no cumplen con lo esperado y el sistema del césped no asegura su conservación

El césped del Santiago Bernabéu, un problema

El césped del Santiago Bernabéu, un problema / Efe

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

La faraónica obra del Santiago Bernabéu no deja de dar dolores de cabeza al Real Madrid. Los problemas aparecen tal y como avanza la obra que se inició en 2019 y cuyo objetivo es acabarla a finales de este año e intentar inaugurarlo el 14 de diciembre, coincidiendo con el 73 aniversario de su inauguración. Una reforma singular que está transformando de manera radical el interior y exterior del estadio, así como su entorno, pero no sin complicaciones que pueden retrasar su apertura. El club se ha encontrado con dos problemas serios por resolver, la piel que cubre el estadio y el césped.

El revolucionario sistema de guardado del césped se está encontrando con más adversidades de las deseadas. En la temporada recién finalizada, el club se ha visto obligado a cambiarlo en cinco ocasiones, a razón de 300 mil euros cada uno. Pero el problema no acaba de solucionarse más allá de que pueda enfermar por culpa del polvo de la obra que facilita la proliferación de hongos, o la falta de luz solar sustituida por aparatos ultravioletas que lo compense. El problema es que el césped no se arraiga sobre las planchas de acero donde se coloca.

EL MANTENIMIENTO DEL CÉSPED

El innovador sistema va soportado sobre seis planchas independientes instaladas en unos carriles para ser guardado de manera retráctil bajo tierra en un lateral del estadio, no ofrece garantías para que el césped se conserve en perfecto estado, al no arraigar sobre esas plataformas que no garantizan su mantenimiento. A esto se suman los problemas que se están encontrando con las lamas que cubren la fachada del estadio que provoca goteras y humedades.

El club reclama a los arquitectos soluciones al comprobar que tras las lluvias caídas en Madrid han dejado al descubierto que esas lamas, que son la piel del estadio, no siguen la misma estructura en toda la fachada, según descubre ‘Relevo’, dejando más espacio del deseado entre una y otra, y de lo que también informó ‘El Confidencial’, para explicar los motivos de las goteras y las humedades. Esas distancias entre las lamas dejan entrar más luz de la deseada y no responden al proyecto sobre el que estaba basada la remodelación. El club espera que durante el parón veraniego se pueda arreglar, otra cosa es encontrar la forma de conservar el césped para lo que se buscan soluciones.